Isabel Pantoja, en prisión La cantante no podrá disfrutar de permisos hasta mayo
A las ocho de la mañana de ayer ingresó en la cárcel de Alcalá de Guadaíra para cumplir su condena
Muy temprano, justo antes de que amaneciera. Sobre las ocho de la mañana. Esa fue la hora elegida ayer por Isabel Pantoja para ingresar en la prisión de mujeres de Alcalá de Guadaíra, a 25 kilómetros de Sevilla, para cumplir la pena de dos años de cárcel por blanqueo de capitales que le impuso la Audiencia Provincial de Málaga.
Pantoja, que tenía hasta el próximo domingo de plazo para obedecer el mandato judicial, no quiso agotarlo. Prefirió entrar antes de lo previsto buscando quizás la coincidencia con el entierro de la Duquesa de Alba para intentar que la expectación fuera menor. No sirvió de nada. Las cámaras de televisión y fotografías, muchas de las cuales pasaron prácticamente toda la noche en la puerta de la prisión, pudieron captar la imagen del día. Su entrada en la cárcel fue ayer también objeto de todo tipo de comentarios en las redes sociales. Desde los que proclamaban la injusticia por su encarcelamiento a los que hacían chistes con ello.
Isabel Pantoja, que había salido de su finca «Cantora» antes de las 6.30 de la mañana, llegaba al presidio en la parte trasera de un coche junto a su hermano Agustín que la acompañó hasta la puerta y que salió del centro penitenciario con lágrimas en los ojos.
La cantante tuvo que pasar los trámites de rigor. Identificación, medidas y peso, cacheo, huella y ficha. Y posterior análisis por parte del médico, el educador y el trabajador social. Fuentes penitenciarias daban por hecho que a Pantoja se le aplicará el Protocolo de Prevención de Suicidios que supone que tendrá asignada una «presa sombra» que la acompañe en todo momento.
Con ella compartirá celda en una prisión que el pasado mes de junio tenía una población reclusa de 160 mujeres de las que el tres por ciento son extranjeras. El presidio se divide en 68 celdas individuales y 32 dobles (una de las cuales será ocupada por Pantoja y su compañera de celda).
En cualquier caso, las fuentes consultadas también daban por hecho que pasaría el fin de semana en el modulo de ingresos y que no será hasta el lunes cuando le asignen su celda definitiva.
Lo que está claro es que Pantoja, a la que la Audiencia de Málaga ha rechazado todos los recursos que pidieron sus defensas para evitar la entrada en prisión, no podrá pisar la calle al menos hasta el próximo mes de mayo.
De hecho, para poder disfrutar del segundo grado penitenciario que implica la posibilidad de permisos, la condenada debe haber cumplido una cuarta parte de su pena. Si Pantoja tiene que cumplir dos años, no será hasta el próximo 21 de mayo cuando se cumplan los seis meses de su ingreso en la cárcel.
Y será a partir de esa fecha cuando Instituciones Penitenciarias podría concederle el segundo grado penitenciario que, en cualquier caso, requiere como requisito previo el visto bueno del equipo técnico del centro en el que se encuentra ingresada.
Si obtiene ese segundo grado, Pantoja, como todos los internos clasificados de esa forma, podría llegar a disfrutar hasta un total de 36 días al año (distribuidos en 18 días cada semestre), de permisos de salida ordinarios.
Luego, cuando haya cumplido un tercio de la condena, es decir a partir de los ocho meses (en julio), podrá pedir el tercer grado. Esa clasificación supone disfrutar de hasta 48 días de permiso anuales aunque el tope máximo de cada uno es de siete días.
El reglamento establece dos tipos de salidas para las personas clasificadas en tercer grado, permisos ordinarios y salidas de fin de semana. Pero, además de hacer frente a la privación de libertad, la cantante también tiene aún una deuda. La Audiencia de Málaga la condenó a una multa de 1.147.148 euros. Y, de momento, solo ha pagado 147.000 euros lo que supone que aún le queda un millón. Una cantidad que deberá reunir pese a que no puede ejercer su profesión de artista.
Retirada de la medalla
La entrada de la cantante en prisión coincidía con la publicación ayer en el BOJA de la orden por la que se le retira la medalla de Andalucía en el año 2002. El decreto iba firmado por la propia presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios.
