Estamos locos, ¡o qué!
«Somos partidarios de la violencia y pedimos armas para enfrentarnos a la Policía en igualdad de condiciones»; «El cielo no se consigue mediante consenso sino al asalto»; «El poder emana de las bocas de los fusiles»; «La única Iglesia que alumbra es la que arde»... Me limito a transcribir literalmente algunas de las frases pronunciadas estos días por ese personaje, líder de «Podemos» apellidado Iglesias. A mi, será porque ya tengo algunos años (aunque no viví nuestra guerra fraticida) estas palabras me aterran.
Las tertulias televisivas y otros medios de comunicación llevan meses machacando a sus audiencias con que la llegada de este nuevo partido se debe a la corrupción de nuestros políticos, banqueros, sindicalistas, etcétera, olvidando que en este nuestro país de pícaros y filibusteros siempre ha habido y seguirá habiendo corrupción en todos y cada uno de los estamentos de nuestra sociedad y además no cejan en manifestar a los cuatros vientos que este tal Iglesias es muy inteligente, sin tener en cuenta que tanto Maquiavelo, Stalin, Hitler, entre otros, también eran inteligentes pero solo para hacer el mal y la guerra y no para permitir la convivencia pacífica y próspera de un país. Ténganlo en cuenta y sepan que al igual que el resto de los españoles estoy hasta el gorro de la corrupción, de los malos políticos, pero amigos míos, la justicia sigue brillando por su ausencia pues si en verdad fuera independiente otro gallo nos cantaría.
Estamos conmemorando a nivel mundial la caída del Muro de Berlín y no obstante nosotros nos empecinamos en levantar en esta nuestra España un nuevo muro que la divida en dos, enfrentándonos unos contra otros y que veremos a ver cuando se derriba.
Insisto en que debemos de estar locos si a pesar de nuestra incultura política no hacemos todo lo posible y más para evitar ahora que estamos a tiempo ese sistema bolivariano que nos vaticinan y que nos llevaría a la ruina total en todos los aspectos. Si no lo evitamos, nuestros hijos y nietos nos lo reprobaran el día de mañana.