Las entidades de ayuda social suman otro año «desbordadas» por la crisis

«DESBORDADOS». La respuesta es unánime cuando los responsables de las principales organizaciones que prestan ayuda a la población con menos recursos económicos tienen que vérselas con la pregunta de si la situación ha remontado. «No, de ninguna manera, estamos como estábamos hace dos o tres años, con cada vez más familias llamando a nuestras puertas para pedirnos auxilio», señala el responsable de Comunicación de Cruz Roja, José Luis Hitos. «Hay personas que se siguen encontrando en unas condiciones muy graves y que llegan aquí para que les ayudamemos en lo más elemental: nos piden que les demos comida, que nos hagamos cargo de las facturas de los suministros domésticos, de la hipoteca o del alquiler», añade el portavoz de la organización sin ánimo de lucro.

Hitos proporciona un dato que es elocuente. «Para hacerse a la idea de que la gente lo pasa muy mal aún sólo hay que recordar que nosotros mantenemos activa nuestra campaña “Ahora más que nunca”, y la tendremos vigente hasta comienzos de 2015», indica el coordinador de Comunicación de la Cruz Roja. La campaña «Ahora más que nunca» echó a andar en 2012 con la idea de reforzar la concienciación de la sociedad ante las situaciones dramáticas que vivían muchos sectores de la población.

El diagnóstico que realiza el director del comedor de transeúntes de la Fundación Prolibertas, Eduardo García, es incluso más crudo. «Estamos hasta arriba, no damos para más», afirma el responsable de este servicio a los ciudadanos con más necesidades que depende de la orden de los trinitarios. «Es una constante en noviembre y diciembre es cuando más afluencia de personas registramos, creemos que en parte por las campañas agrícolas, que provocan que en la ciudad haya más gente sin recursos de paso», defiende García. Y añade: «Sea por el motivo que sea, la verdad es que todos los días hay gente que se queda fuera del comedor porque no hay más sitio: servimos unos ochenta y cinco almuerzos cada mediodía y no podemos dar más por motivos de seguridad», indica. Esta actividad contrasta con la habitual en las instalaciones de la Fundación Prolibertas, que prepara durante cada jornada del resto del año unos setenta menús. «Pero ahora ni siquiera cubrimos las necesidades con diez o quince raciones más, por lo que hemos de repartir unos cien bocadillos a los transeúntes que no encuentran sitio aquí», se extiende Eduardo García.

A esta saturación de los servicios que presta la Fundación Prolibertas no escapa el departamento que dedica a proporcionarle a personas sin dinero una ducha y ropa. «Esta actividad la desarrollamos a través de un convenio con el Ayuntamiento y son diez las familias que se benefician de él: no hay para más», puntualiza el responsable de Prolibertas.

José Luis Hitos se agarra a los datos de los que dispone para echarle ironía al drama. «La macroeconomía puede que haya notado que estamos empezando a salir de la crisis, pero desde luego que en la microeconomía no...», sostiene. «Las familias necesitan de todo: por eso tratamos de darle una solución integral que vaya desde la búsqueda de un puesto de trabajo al apoyo escolar para los menores, y en este último punto entra de todo: desde libros a todo tipo de material escolar», apostilla el responsable de Comunicación de la delegación cordobesa de la Cruz Roja.

La sensación del Banco de Alimentos Medina Azahara tampoco es optismista, aunque su responsable de captación, Jose Cabello, admite que éste es el primer año en varios en el que la organización no incrementa el volumen de comida que reparte a las entidades que, a su vez, la distribuyen entre familias pobres. «Cerraremos el año con unos cuatro millones de kilos, y si esa cantidad no crece puede ser, en parte, porque las organizaciones con las que trabajamos no dan para más, no tienen más capacidad de repartir comida», reseña Cabello.

Las conclusiones a la que llegan los portavoces de las tres firmas de carácter social consultadas en esta noticia están en la línea de los datos que aportaba ayer Cáritas, y que informaban de un repunte de su actividad del 30 por ciento en lo que va de año.