Las organizaciones de ayuda social, desbordadas
Banco de Alimentos, Cáritas y el comedor de los Trinitarios no dan más de sí
![Las organizaciones de ayuda social, desbordadas](https://s3.abcstatics.com/Media/201411/20/cordoba-ong-mal--644x362.jpg)
«DESBORDADOS». La respuesta es unánime cuando los responsables de las principales organizaciones que prestan ayuda a la población con menos recursos económicos tienen que vérselas con la pregunta de si la situación ha remontado. «No, de ninguna manera, estamos como estábamos hace dos o tres años, con cada vez más familias llamando a nuestras puertas para pedirnos auxilio», señala el responsable de Comunicación de Cruz Roja, José Luis Hitos.
«Hay personas que se siguen encontrando en unas condiciones muy graves y que llegan aquí para que les ayudamemos en lo más elemental: nos piden que les demos comida, que nos hagamos cargo de las facturas de los suministros domésticos, de la hipoteca o del alquiler», añade el portavoz de la organización sin ánimo de lucro.
El diagnóstico que realiza el director del comedor de transeúntes de la Fundación Prolibertas, Eduardo García, es incluso más crudo. «Estamos hasta arriba, no damos para más», afirma el responsable de este servicio a los ciudadanos con más necesidades que depende de la orden de los trinitarios. «Es una constante en noviembre y diciembre es cuando más afluencia de personas registramos, creemos que en parte por las campañas agrícolas, que provocan que en la ciudad haya más gente sin recursos de paso», defiende García. Y añade: «Sea por el motivo que sea, la verdad es que todos los días hay gente que se queda fuera del comedor porque no hay más sitio: servimos unos ochenta y cinco almuerzos cada mediodía y no podemos dar más por motivos de seguridad», indica.
Banco de Alimentos
La sensación del Banco de Alimentos Medina Azahara tampoco es optismista, aunque su responsable de captación, Jose Cabello, admite que éste es el primer año en varios en el que la organización no incrementa el volumen de comida que reparte a las entidades que, a su vez, la distribuyen entre familias pobres. «Cerraremos el año con unos cuatro millones de kilos, y si esa cantidad no crece puede ser, en parte, porque las organizaciones con las que trabajamos no dan para más, no tienen más capacidad de repartir comida», reseña Cabello.
Las conclusiones a la que llegan los portavoces de las tres firmas de carácter social consultadas en esta noticia están en la línea de los datos que aportaba Cáritas hace dos días y que informaban de un repunte de su actividad del 30 por ciento en lo que va de año.
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