Rajoy, el pusilánime
El presidente del Gobierno ha dilapidado lastimosamente la mayoría absoluta que once millones de españoles le proporcionamos en las últimas elecciones generales, esperanzados con un cambio radical de la sociedad maltrecha que nos dejó el nefasto Zapatero. Rajoy ha podido desarrollar la mayor parte de las promesas que llevaba en el programa electoral, pero, unas veces por cobardía, otras por dejación de sus funciones, ha arrinconado la anulación de la ley del aborto, mantenido la dependencia partidaria del poder judicial y olvidado otros cambios legislativos que no estaban condicionados por el problema económico, su torpe excusa con la que pretende ocultar la traición a su electorado. El último disparate ha sido permitir la farsa del referéndum catalán, aun estando respaldado por el Tribunal Constitucional. Se han mofado del Gobierno de España y de todos los españoles. Y, conociendo su debilidad, unos cuantos fiscales de Cataluña le han tomado el gusto de seguir con la befa y el escarnio. Rajoy, el pusilánime, ha dejado al Partido Popular hecho unos zorros.
