En el nombre de un mito

A.D. JIMÉNEZ

La peña Miguel Reina se ha erigido en Montemayor en todo un referente por encima de seguidores de Madrid o Barcelona

«En poco tiempo hemos vivido muchas cosas, pero confiamos en que sean muchas más las que nos queden por presenciar». Es palabra de Pablo Rodríguez-Córdoba, vicepresidente de la Peña Miguel Reina, de Montemayor, que vive su tercer año de historia.

El nacimiento del colectivo surgió en 2011. El cordobesismo, cada vez con más calado en la provincia, tenía su germen en Montemayor, pero faltaba un punto de encuentro, algo que ansiaban un grupo de amigos que poco a poco dieron forma a una bonita idea. Y es que de la nada se sumaron adeptos hasta el punto de que hoy son 78 los que conforman el grupo.

Además, muchos de ellos pueden presumir de que son abonados del Córdoba. Según el registro de la peña, 30 acuden con regularidad a ver los partidos del primer equipo blanquiverde. Incluso, hay ocasiones en las que son más, puesto que bastantes aficionados aprovechan la cercanía con la capital para darse un salto y ver las evoluciones del equipo in situ.

Pero, por supuesto, no se conforman con eso. Como hacen otras peñas blanquiverdes, en su hoja de ruta se plantean distintos desplazamientos. De hecho, esta temporada, por aquello de la experiencia de Primera, han sido tres los proyectados, de los que ya han tenido la oportunidad de disfrutar el del Bernabéu y el del Calderón. «Nos queda el de Málaga», recordaba Rodríguez-Córdoba, pero matizó que «hay partidos en los que irán un par de coches, como los de diciembre en San Mamés o el Camp Nou».

El resto, por la tele

El resto suele ver los partidos que televisan al Córdoba en armonía en un local del que dispone la peña en Montemayor. Para su manutención, los socios de la peña deben pagar una cuota trimestral de 10 euros.

El hecho de elegir a Reina como estandarte del colectivo fue una de las elecciones más fáciles, porque «queríamos un nombre emblemático y creo que como el suyo hay pocos para el cordobesismo, algo que también ha continuado su hijo después». Además, presumen de que «somos una de las peñas que sí funcionan en Montemayor en relación al deporte, porque sólo había una del Betis, ya que fracasaron los proyectos que se hicieron del Madrid o del Barcelona».

Curiosamente, el proceso de inauguración de la peña sufrió múltiples trabas a lo largo del tiempo, ya que siempre requirieron presencia de representantes del club que después fue declinada. Rodríguez Córdoba afirmaba al respecto que «siempre nos ponían alguna excusa sin saber bien los motivos, pero ya está funcionando y con eso nos debemos quedar».

Y es que para ellos no hay nada más importante como saber que «el Córdoba está en el sitio que tanto tiempo llevábamos esperando». De hecho, la noche del 22 de junio fue muy especial, porque «coincidió con la Feria de Montemayor y para nosotros el gol de Uli supuso una explosión de alegría, que nos llevó a la plaza y después a celebrar la feria como nunca antes».

En sí, fue la ratificación de un sentimiento en Montemayor y también un asentamiento dentro de la sociedad local. De hecho, la peña, de carácter puramente deportivo, empieza a sondear algunos proyectos extras. Uno de los primeros podría ser un maratón de fútbol playa el próximo verano.

En el nombre de un mito

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