EL PULSO DEL PLANETA
Seis millones por el nidito de Hugh Grant
Sale a la venta el espectacular ático londinense donde el galán inglés perpetraba sus conquistas de soltero de oro
Los expertos y los datos auguran que el precio de la vivienda en Londres ha tocado por fin techo y puede empezar a bajar. El coste medio de un piso estándar en la capital británica es de casi 700.000 euros, lo que expulsa del mercado céntrico al grueso de los ciudadanos. Pero a día de hoy la fiesta del ladrillo dista de haberse terminado. Acaba de ponerse a la venta el nidito de soltero de Hugh Grant, el suntuoso ático en South Kensington que se compró el actor a comienzos de siglo, después de que su eterna novia, Liz Hurley, le diese boleta. La inmobilaria pide 6,3 millones de euros.
La fachada es anodina, una construcción moderna, que desmerece en un barrio lleno de impecables casas victorianas. Pero allá arriba, en el último piso, las cosas se ven de otra manera: una enorme terraza de madera de nogal americano que domina todo Londres, con vistas de 360 grados y un jacuzzi de seis plazas incorporado, por si surge alguna fiestecilla; tres salas de ultradiseño, tres dormitorios, tres baños en mármol italiano, un estudio y enormes cristaleras. Intimidad total, solo al alcance de las palomas. Todo lo contrario que le ocurría al pobre Hugh cuando salía a la calle, pues el piso está frente al Liceo Francés, donde en su día estudiaban, por ejemplo, los hijos de Madonna. Las alumnas, conocedoras de quien era su vecino, jugaban a la caza del flemático e inseguro galán londinense, que no lograba pasar desapercibido en un barrio lleno de cafés deliciosos, restaurantes con comida de medio planeta, museos tipo castillo y tiendas con encanto.
Grant compró el piso por 4 millones de euros, dispuesto a apurar allí las delicias de una soltería picaflor tras 13 años de idas y vueltas con su Hurley. Pero lo vendió en 2004 por 4,4 millones, debido a la falta de intimidad. Cierto que su Aston Martin de 200.000 euros y sus entradas y salidas con sus palos de golf tampoco le ayudaban a pasar desapercibido, ni siquiera en un barrio donde se ven muchos más Porsches que Citröens. Con la venta se compró una mansión en los Cotswolds, en el sudoeste de Inglaterra, una cotizada zona donde poseen propiedades los Cameron, Kate Moss, el artista Damien Hirst y, en efecto, lo han adivinado: Liz Hurley. Paradójicamente, a Grant su impresionante dacha campestre le costó 2,4 millones, casi la tercera parte de lo que hoy vale el ático londinense. Y es que los precios de Londres asustan. En Harrington Gardens, la calle del ático, un piso de 91 metros, con dos habitaciones, dos baños y sala, cuesta dos millones de euros. Uno de una habitación, casi 800.000.
El disparatado precio de la vivienda en Londres atiende a varias razones. La pujanza económica, con muchos profesionales de élite muy bien pagados, amén de los magnates árabes y rusoss. La carencia de vivienda nueva, pues las leyes son muy estrictas y obligan a respetar los edificios históricos. Y por último, el anillo verde que circunda la urbe, y que impide levantar nuevas urbanizaciones que den salida a la demanda.