LO DE LA NORMAL ES LO NORMAL

La gestión de IU y PSOE, sobre todo, y del PP explica los retrasos en la transformación de la vieja Escuela de Magisterio

El fatalismo es a los grandes proyectos de Córdoba lo que Pablo Iglesias a la Sexta. Algo indisoluble. En nuestra ciudad, las actuaciones de fuste o no se ejecutan o, cuando arrancan, uno teme que batan el récord de las obras del murallón, con su duración de un siglo o dos —las fuentes no coinciden y soy mayor, pero no tanto como para haber visto su inicio—. En esta última categoría ya está la reforma de la antigua Escuela de Magisterio, paralizada desde hace unos tres meses por diferencias en el coste de los trabajos entre la adjudicataria y el Ayuntamiento. Sus 4,9 millones de presupuesto eran un imán para el gafe. Y puede devenir en tragedia. Si la remodelación no se acaba antes del 31 de diciembre de 2015, y se ha hecho «ná y menos», hay riesgo de perder la financiación europea para transformar La Normal en un potente vivero empresarial —también tendrá una gran biblioteca y una zona para espectáculos—.

Es la actuación estrella, y esperemos que no estrellada, del plan Urban Sur, que está descargando en esa zona de la ciudad casi 15 millones —10 de la UE y el resto del Consistorio—. El alcalde, José Antonio Nieto, arremetió el viernes contra la constructora de la vieja Escuela de Magisterio. En cinco minutos, rajó más que en todo el mandato, para culparla de la parálisis de la rehabilitación. Llegó a asegurar que «tuvimos la mala suerte de elegir a la peor empresa». Pero un fario malaje no lo explica todo.

Hagamos memoria. El Gobierno central concedió el Urban Sur en 2008. Pero el cogobierno local de IU y PSOE (2007/2011) lo dejó en barbecho, con el riesgo de perder los fondos comunitarios. Hizo eso porque en estos programas hay que adelantar el dinero y luego la UE lo reembolsa. Entonces, el Ayuntamiento sufría una crisis de liquidez enorme y las fuerzas de izquierdas no supieron o no quisieron hacer los ajustes necesarios para sanear las arcas municipales.

El PP sí los hizo y ha ejecutado casi todo este ambicioso plan para el Sur. Se zafó de parte de la herencia. No de toda. A veces sufre de «rosismo» y enferma. Lo lógico hubiera sido tirar la antigua Escuela de Magisterio, de la que nadie nos ha informado que tenga ningún valor para preservarla, y haberlo hecho fácil: una construcción de nueva planta. Pero se embarcó de forma incomprensible en una compleja y costosa reforma sólo porque, según el regidor, «los colectivos vecinales nos decían que tenía un especial valor para el Sector Sur» conservar el inmueble. Que yo recuerde los ciudadanos de ese barrio no se presentaron a las municipales. Los populares sí. Los eligieron para que gobiernen. Eso incluye gastar de la forma más responsable posible esos 4,9 millones de marras. Tras analizar la gestión de IU y PSOE —su responsabilidad es mucho mayor— y del PP, se comprende que lo que pasa en La Normal es lo más normal del mundo.