una comisión
Sarna con gusto no pica, menos aún en una sociedad que acostumbra a infravalorarse y maltratarse, viciada por unos medios que suelen recrearse en sus miserias e ignoran sus logros. Hubo que rebuscar mucho en el quiosco para encontrar ayer un reflejo impreso del éxito, económico y diplomático, cosechado por España en la cumbre del G-20. Que Mariano Rajoy recoja los frutos del esfuerzo de todos parece no vender en un tiempo abonado por la derrota y regado por el necio sensacionalismo del apocalipsis.