Una academia abierta al debate y el conocimiento

Entre sus muros, y tras la batalla de Pavía, se dice que estuvo preso el rey francés Francisco I, y en la primera mitad del siglo XIX albergó el primer telégrafo óptico. Asignada en 1866 a la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, la madrileña Torre de los Lujanes reabrió ayer sus puertas tras someterse a un proceso de rehabilitación. Fue el Rey Don Juan Carlos el encargado de inaugurar las nuevas dependencias académicas. En su recorrido, Don Juan Carlos estuvo acompañado por el presidente de la Academia, Marcelino Oreja, y el subsecretario del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Fernando Benzo.