SU PATOLOGÍA OCULAR LA ACHACA A UNA AGRESIÓN
Silvio Berlusconi ingresa en un hospital para tratarse una uveítis
Silvio Berlusconi ha vuelto a ser hospitalizado al agravarse una patología ocular que sufre desde hace tiempo. Se trata de una uveítis (inflamación de la túnica úvea) y ayer se vio obligado a ingresar en el hospital San Rafael de Milán para someterse a controles y curas. El sábado, el ex primer ministro apareció en Milán con grandes gafas de sol en la presentación de un libro de una de sus fieles diputadas de Forza Italia, Michela Biancofiore. «Os pido excusas por estas gafas, pero me lagrimea el ojo izquierdo. Aquella maldita estatuilla me hizo saltar cuatro dientes y casi un ojo. Y la uveítis ha vuelto justo ahora», dijo el líder de Forza Italia en referencia a Massimo Tartaglia, quien en 2009 lo agredió brutalmente al término de un mitin en Milán.
Viéndole a sus 78 años con esas grandes gafas de sol y la cara acartonada por sus operaciones de cirugía estética, cualquiera diría que Berlusconi está acabado. La realidad es que infinidad de veces se le ha dado por muerto políticamente, pero siempre ha vuelto a resucitar. En la presentación del libro se esforzó por mostrarse en buena forma: bastó que uno de los periodistas de su círculo le hiciera una pregunta para que ya no soltara el micrófono, disparando datos y cifras sobre la crisis económica, anécdotas, chascarrillos y chistes, su especialidad. «He venido en canoa», dijo con ironía ante el chaparrón que sufría Milán.