«Cosecha» laboral desigual

Cabra, Espiel y Valenzuela son tres muestras del peso que tienen los tres sectores en sus mercados de trabajo

S. N. T / F. O. / C. F.

El motor económico en muchas localidades de la provincia es la agricultura. De ahí que en el 76% de los municipios de Córdoba sea el campo el sector con más ocupados. Ahora bien, es Valenzuela donde la agricultura tiene mayor peso. Allí, al cierre de septiembre, el 80% de sus trabajadores están ocupados en la agricultura.

Francisco Javier Soldado es uno de los pocos empresarios, y se dedica a la agricultura, de esta pequeña localidad de 1.289 habitantes. Constata lo que las estadísticas dicen. Señala que en Valenzuela «todo gira en torno al olivar». Con una campaña buena —y la que está arrancando no lo será—, comenta, «se llegan a dar hasta 100 días y yo he pagado a una persona 3.000 euros al final de una campaña». A esto se añaden las demás labores de mantenimiento que requiere el olivar. Los seis meses de «trabajo fuerte» de este cultivo, de noviembre a abril, es el tiempo que tienen los vinagorros para obtener ingresos. Porque, indica Francisco Javier, aquí «no hay ninguna alternativa» y ante una mala campaña «hay que aguantarse». Explica que «un año malo se nota mucho en el pueblo, en los bares o en las tiendas», aunque matiza que «la gente está acostumbrada» a los vaivenes de la agricultura y explica que subsisten día a día tanto los jornaleros como los empresarios agrícolas.

Valenzuela es el ejemplo más acusado de lo que se vive en la mayoría de municipios. Pero no en todos. Hay 17 localidades en las que el sector servicios es el que más trabajadores aporta. Y en algunos casos es empleo de gran calidad. Es el caso de Cabra. De sus 6.193 afiliados, 2.814 (45%) son del sector terciario. Para ello, pesa de forma decisiva el hospital comarcal Infanta Margarita, que atiende a una población cercana a 200.000 personas. En dicho centro trabajan cerca de 1.000 profesionales. Una cifra de empleados de importancia, como subraya a ABC el gerente del hospital, Jesús González Lama, ya que «gran parte de ellos residen en el municipio, lo que impacta directamente en la economía local. Y en gastos de personal superamos una inversión de 30 millones al año».

Espiel, polo industrial

Añade que la demanda de servicios que genera un centro de estas dimensiones repercute también en el empleo del resto de la comarca. Y hay otra vía de impacto sobre las empresas del entorno. En 2014, han facturado a proveedores más de un millón, incluidos los impuestos municipales que revierten en la economía egabrense.

Y la excepción que confirma todas las reglas es Espiel. Es el único municipio en el que la industria es el sector que aporta más ocupados: 546 (56 % del total). Su alcalde, José Antonio Fernández (PP), tiene claro el origen de ese dato: «Entre 1995 y 1996, cuando se inicia la reconversión tras el cese de la actividad minera y con la llegada de nuestro equipo de gobierno, vimos que el sector en el que debíamos movernos era el industrial». A ello destinaron los fondos estatales Miner, para generar suelo industrial «suficiente» —entonces, inexistente— y «construir naves».

«Con esas herramientas», el Consistorio espeleño empezó a moverse, facilitando mucho la llegada de empresas. Ahora, sus cuatro polígonos dan trabajo no sólo a los vecinos del municipio, cuyo índice de paro está por debajo de la media andaluza, sino también a gran parte de la comarca guadiateña. Y la dinámica no para —ya trabajan en un quinto polígono— y Fernández destaca que trabajan en proyectos que implicarían «la instalación de una a cinco empresas».

«Cosecha» laboral desigual

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación