Sólo diez minutos de alegría

Sólo diez minutos de alegría ÓSCAR DEL POZO

JAVIER GÓMEZ

El Córdoba apenas estuvo por delante en el marcador ante el Getafe y antes de final de año tiene que solventar dos finales para seguir en la pelea por la salvación

Dicen que las alegrías duran muy duro en la casa del pobre. Un dicho popular que se ha hecho realidad en el durísimo día a día del Córdoba CF. Un equipo que ha regresado a Primera División después de 42 años de ausencia y que apenas ha tenido momentos para sonreír en las 11 jornadas de competición.

El conjunto blanquiverde sólo ha tenido 10 minutos de auténtica alegría. Fue el tiempo que duró su única ventaja a lo largo de un campeonato que arrancó en enero y sólo ha dejado malas noticias a orillas del Guadalquivir durante estos tres largos meses. Un gol del pivote camerunés Patrick Ekeng puso al equipo por delante en el marcador por primera y única vez en el minuto 78 de la séptima jornada de Liga.

Fue ante el Getafe, a domicilio, en el Coliseum Alfonso Pérez. Sin embargo, sólo en diez minutos de 990 disputados ha tenido el Córdoba la grandiosa sensación de euforia de ir por delante en el electrónico de un partido, de acariciar la primera victoria y de sentirse por fin superior a alguien con un hecho tangible. Pero, Babá saltó desde el banquillo para marcarle a los de (entonces) Ferrer su único gol esta temporada y empatarles en el 89. Tan breve como intenso. Son los únicos 10 minutos de auténtico gozo blanquiverde en la Liga.

Lesiones

No han sido mucho mejor los momentos de alegría por las reapariciones de sus futbolistas tras graves lesiones. El caso más llamativo ha sido el de José Carlos. El extremo jugó 18 minutos ante la Real Sociedad, pero recayó de su lesión en la rodilla izquierda sólo días después en un entrenamiento en la Ciudad Deportiva. Ni 20 minutos se prolongó esa alegría. La del regreso de un futbolista que llevaba prácticamente 14 meses apartado del fútbol y que podía aportar esa calidad que el falta al equipo. Después de jugar sólo 18 minutos en blanco y verde, José Carlos selló el jueves su desvinculación del club. Un asunto que recuerda, con salvedades contractuales, al de Benja, que ni llegó a debutar por una grave lesión.

Además, la historia, a menor escala, se ha repetido con Crespo o Campabadal. Los dos laterales cordobesistas han recaído también de lesiones musculares justo el día que reaparecían en el equipo. Un problema que debe resolverse. Incluso, Caballero lleva más de ocho meses sin jugar un partido oficial. José Carlos y sus secuelas son otro ejemplo de los escasos momentos de felicidad que acumulan los fieles seguidores cordobesistas esta temporada.

Dos finales

El Córdoba CF tiene un complicado calendario de Liga de aquí a final de año. Además, la Copa del Rey aparece en diciembre para añadir un punto de dificultad añadido al intento blanquiverde por mantenerse vivo en la lucha por la permanencia hasta que llegue la oportunidad de reconstruir la plantilla en el mercado invernal.

El bloque de Miroslav Djukic tiene cinco partidos de Liga por delante y un calendario complicado. Tiene que visitar al Elche, Athletic y Barça. Recibe a Villarreal y Levante. Además, antes de viajar a Bilbao y Barcelona, jugará (miércoles 3 y 17 de diciembre a las 22 horas) los partidos de ida (en Los Cármenes) y vuelta de la cuarta ronda de la Copa del Rey ante el Granada.

Apenas dos rivales directos le quedan en la Liga hasta diciembre. El clavo ardiendo para mantener la fe. Sólo un par de finales que tiene que ganar sí o sí para impulsar la ilusión de una afición cada vez más pesimista. Necesita motivos de alegría para venirse arriba. Le toca saborear una victoria. En el próximo partido de Liga, la visita al Elche (domingo 23, 19.00 horas, Martínez Valero) se antoja fundamental. También lo será cuando reciba al Levante de Lucas ya en diciembre. Por ahí pasa que el corazón blanquiverde siga latiendo.

Djukic tiene la receta para conseguirlo. «Nunca lloramos, nos adaptamos a lo que tenemos y debemos sacarle el máximo rendimiento a lo que hay», aseguró ayer en la entrevista que concedió a ABC. Para él, «aquí no hay milagros; ni yo, ni González, Fede o Ghilas lograremos la salvación, lo hará el equipo», sentenció.

El cordobesismo sólo ha tenido 10 minutos de alegría y está ávido de multiplicarlos. Ya le toca. Elche y Levante, amén de la Copa del Rey ante el Granada, son las estaciones más próximas (y lógicas) hacia la felicidad. No puede esperar más.

Sólo diez minutos de alegría

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