CONGRESO DE GUITARRA
Fosforito y la memoria del cantaor
El maestro de Puente Genil habla de sus recuerdos de dos mitos: Camarón de la Isla y Paco de Lucía
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Si tiene las llaves del cante no es sólo por su maestría cuando abre la boca, sino también por su conocimiento de lo que hace. Y es el único de los vivos, y quizá el último, que las tiene. Antonio Fernández Díaz «Fosforito» fue la gran estrella de la segunda jornada del Congreso de Guitarra Flamenca, y lo hizo en una charla de apariencia informal en la que sin embargo dejó muchos retazos de su profundo conocimiento del arte jondo. Sus memorias son las de alguien que ha vivido mucho en el flamenco y que también ha conocido a muchos mitos, y esos recuerdos los compartió con el público.
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Dos fueron sus protagonistas ayer: Camarón de la Isla y sobre todo Paco de Lucía, al que se dedican estos días de estudio sobre el instrumento de las seis cuerdas. Del primero recordó cómo hizo algunos discos con él, los primeros, habló de su talento y del aura que había quedado tras su muerte a una edad temprana, lo que hizo todavía más grande su leyenda. Sobre Paco de Lucía se extendió de los discos en los que colaboraron y también en su faceta humana. Así, contó cómo también el maestro algecireño había cantado, «aunque era muy tímido» y por eso nunca lo hizo en público. Para Fosforito, lo mejor del guitarrista está en sus primeros discos. «Ni él superó aquellas primeras grabaciones, ahí está el Paco de Lucía de siempre», contó.
En familia
En él había algo parecido a una predestinación, porque además de tener el don había estado familiarizado con el instrumento desde muy pequeño. «Tocaba muy bien a los 11 años, y a los 17 o 18 ya era un viejo guitarrista», resumió. Su talante era humilde, a pesar de su genialidad, y «nunca se portó como un crítico» con los compañeros, porque sobre todo era «generoso y bondadoso». Y su música desprendía el mejor aire de lo clásico. Así hizo al recordar Fosforito aquellas rondeñas «que parece que se podía oler el pan calentito». La jornada continuó a partir de ahí con varias conferencias y culminó con el concierto de Tomatito, que en formato de sexteto hizo las delicias de los amantes del flamenco en el Teatro Góngora.