«Operación Púnica»
Llamada así por el árbol de la granada «Punica Granatum» y por ser el ex del Partido Popular Francisco Granados uno de los principales implicados en la última trama de corrupción descubierta. También podría haber sido por las guerras «Púnicas» que fueron varias, y varias y muchas más son las tramas de corrupción que asolan España. No hay rincón ni partido y numerosas instituciones sindicales y empresariales que no luzcan la mancha de la corrupción; los 32 últimos años de la democracia están llenos de esa lacra, desde los gobiernos de Felipe González hasta hoy. Sería injusto calificar de corruptos a todos los políticos, pero sí los hay en todos los partidos, y responsables son sus dirigentes y sus líderes que ni han elegido bien y admitido en sus filas a aquellos que lejos de servir a la política y a los ciudadanos, han buscado en ella el enriquecimiento personal. Personas sin escrúpulos que se tenían bien aprendido aquello que dijera la ex ministra socialista Carmen Calvo, raíz de tanto corrupto. Hay que actuar con contundencia, se juzgue a los culpables, se devuelva el dinero robado y cárcel. Hace falta otra operación, la «Regina Pulchritudinis», pulcritud y regeneración interna de los partidos, en la admisión de militantes y en la elección de candidatos. Y nada de pactos, la honradez y la trasparencia no es nada que haya que pactar, sí una conducta a observar sin excusas ni pretextos de toda organización política y pública, reglas de juego que hay que cumplir; y de cara a los representados no sólo desde un punto de vista ético y moral sino económico, pues cuando gobiernan también son depositarios de los impuestos que pagamos los ciudadanos, bienes sagrados que no sólo hay que guardar sino administrar con pulcritud, responsabilidad y rectitud. «Cómo vamos a pactar con el partido de la corrupción» se preguntaba el segundo de Pedro Sánchez, Cesar Luena, del PSOE. Hace falta tener la cara muy dura para acusar así al adversario ignorando la corrupción de miles de millones de euros en Andalucía y sin que nadie devuelva un euro; ¿tampoco se acuerda de los casos de corrupción de Felipe González y Zapatero? Ya militaba en el partido y Sánchez era diputado. Regeneración ya, y expulsión de los corruptos y de aquellos que hacen dejación de su responsabilidad y propician el robo y la opacidad; transparencia en todas las actuaciones y acabar de una vez con la llamada «casta política» de privilegios y prebendas, solo ellos son los culpables del mal funcionamiento de la democracia y de acabar con un sistema en principio bueno y aceptable. A saber a qué gobierno va a llevar tanta desvergüenza y unas mayorías absolutas con corruptos en sus filas y mal administradas.