El Córdoba consigue un triunfo estimulante en Málaga

El Córdoba por fin ganó a un Primera. Un triunfo (0-2) ante el Málaga con un sabor estimulante, aunque se produzca en un duelo amistoso. Un gol de Fidel y otro de Florin, ambos en la segunda mitad, dieron el justo premio para un conjunto blanquiverde que dejó buenas sensaciones, sobre todo en la reanudación, en La Rosaleda. Estuvo seguro atrás y casi sin sufrir peligro y con una punta más de frescura en ataque, especialmente con la entrada de Fidel y Florin, autores de los goles de la victoria.

Las bajas de los internacionales de los equipos (seis y tres) marcaron las alineaciones. Las sorpresas de Djukic fueron partir con tres centrales en el once y Juan Carlos en la portería. Ni en un amistoso Saizar tuvo una oportunidad de inicio, aunque entró en la segunda mitad. La prueba más destacada del serbio fue colocar a Deivid como pivote defensivo.

El Málaga dominó los primeros minutos con media entrada en La Rosaleda y una intensa lluvia. Eso sí, sin acercamientos de peligro. Sólo Rescaldani puso a prueba a Juan Carlos a los diez minutos. Poco a poco, la igualdad y la falta de ocasiones se apoderaron del duelo. La mejor conclusión era que el Córdoba no sufría, pero en ataque no tenía la determinación que se espera. Y eso que Borja dejó solo a Xisco en el ecuador del primer acto, aunque el balear estuvo lento y no definió.

Mejoraron levemente los blanquiverdes en el tramo final. Sin florituras, pero al menos tenía el balón. De ahí, surgieron un par de disparos lejanos de Borja y Gunino sobre el marco de Aarón, prácticamente inédito. La última ocasión del primer acto fue para el Málaga. Una falta que Duda lanzó alta.

Saizar, Fidel y Florin entraron en el intermedio. El Córdoba salió más enchufado. Y  lo notó el equipo. Fue superior. El extremo onubense y el rumano dieron más mordiente al ataque cordobesista. Por primera vez, claramente peligroso para un rival de Primera, aunque fuera en versión amistosa. Fede Cartabia hizo una buena diagonal y habilitó a Fidel para marcar el 0-1 (m. 49) en medio de un diluvio en La Rosaleda.

El Córdoba se mostró muy solvente atrás. Ni la entrada de los titulares Juanmi y Samuel en el ataque malaguista puso en aprietos ya a Saizar en la portería. El bloque de Djukic dejó buenas sensaciones. Sobrio atrás y con más velocidad y versátil arriba. Un caramelo en tanto de tanto sabor amargo.

Incluso al final, el técnico serbio dio unos minutos Caballero, muy necesario después de su lesión, y a López Silva y resguardó a Fede Cartabia, también activo en el segundo acto, y Borja. Florin, en una asistencia de López Silva, sentenció el triunfo con el 0-2 en el último minuto. En definitiva, un triunfo estimulante, porque ganó el mejor, y con la esperanza de que marque un punto de inflexión.