Antonio Cañete MuñozPte. Denominación de Origen «Aceites de Lucena»LUCENA
«Este año esperamos vender el triple bajo el sello de calidad»
La promoción y comercialización es el principal reto de un marco que afronta este año su primera campaña íntegra tras el reconocimiento de la UE
Antonio Cañete Muñoz es desde hace unas semanas el nuevo presidente del marco regulador, tras relevar en el cargo a Rafael Rosa Romero, que lideró durante los últimos años el proceso constituyente y la posterior validación de la denominación de origen por parte de la Unión Europea. Cañete preside la Cooperativa Olivarera Nuestra Señora de Araceli —una de las más grandes de la provincia— y el Consejo Económico y Social de Lucena.
El flamante presidente recala en un organismo que tiene por delante «el reto de intensificar la comercialización y promoción» de los aceites que se producen en los diez municipios que engloba la última denominación de origen del agro español. «Somos la denominación con mayor extensión de cultivo de España y ahora hay que demostrar que también estamos preparados para envasar y vender nuestro producto bajo nuestra marca», señala Cañete, quien recuerda que «el año pasado llegamos tarde, la aprobación definitiva de la Denominación de Origen se produjo al final de la campaña, y solo pudimos embotellar una pequeña parte con las calidades y normas de trazabilidad exigidas por el Consejo Rector, pero este año será diferente».
Actualmente, Aceites de Lucena solo cuenta con dos empresas asociadas, «el resto somos cooperativas» —indica Cañete— muchas de ellas agrupadas en el grupo alimentario Dcoop, y más acostumbradas a la venta a granel que a la complejidad de la distribución y comercialización directa. «Este año esperamos que la cantidad de aceite envasado y vendido con el sello de la D.O. se triplique», señala el nuevo presidente, que recuerda que solo cooperativas como la montillana de La Aurora, se han adentrado hasta ahora con éxito en mercados nacionales y extranjeros, como el chino. «La D.O. tiene que suponer un valor añadido para nuestro producto, un beneficio para el agricultor y para ello es necesario que vendamos con nuestras marcas, aunque todavía es pronto para saber qué cantidad de aceite podremos embotellar con el logo de la denominación, debido a la escasez de la cosecha».
En el reto de la comercialización también serán importantes las ayudas. «Desde el principio hemos tenido un importante apoyo de la Consejería de Agricultura y los ayuntamientos, pero también las cooperativas hemos invertido un dineral en todo este proceso hasta conseguir la D.O.», comenta Cañete, que asegura que «ahora es el momento de que las promesas se hagan realidad».
El presidente de Aceites de Lucena está convencido de superar todos los obstáculos, desde las reticencias de una entidad recién elevada a la categoría oficial y con unos inicios titubeantes —a los que no es ajeno— a los derivados de la puesta en valor de un sello de calidad cuyos resultados económicos están por ver.
Y tiene razones para ello: «El año pasado solo pudimos embotellar en nuestra cooperativa unos 8.000 litros de aceite bajo marca de la D.O. y se vendieron en el día».