Querella al Reina Sofía por homicidio imprudente por la klebsiella

José Navarro falleció el 15 de noviembre de 2013 en el Hospital Reina Sofía. Tenía 70 años. El informe facultativo en el que se detallan las circunstancias de su óbito señala que pereció por una insuficiencia respiratoria y que el paciente estaba «colonizado por la klebsiella pneumoniae». Sin embargo, su familia opina que la bacteria es la causante fundamental de su deceso y que el complejo sanitario no hizo lo que estaba en su mano para salvarle la vida.

Han puesto el caso en manos de un abogado, Federico Medina, que ayer presentó en el juzgado una querella por homicidio imprudente contra los responsables del servicio de Enfermedades Infecciosas, contra el jefe de Medicina Preventiva y contra el director-gerente del Reina Sofía en el momento del suceso, José Manuel Aranda, que en la actualidad es el director del Servicio Andaluz de Salud (SAS).

Además, el letrado se ha dirigido al SAS por medio de una reclamación administrativa en la que le pide una indemnización de 300.000 euros. En caso de que el organismo de la Consejería de Salud la desestime, el abogado advirtió ayer de que la queja seguirá su curso a través del juzgado de lo Contencioso-Administrativo.

«A mi padre no lo atendieron como se atiende a una persona: no le prestaron la asistencia que necesitaba», señaló Tania Navarro, la hija del fallecido. El relato de los hechos que expuso con la ayuda de su representante legal es claro. «Mi padre ingresó en el Hospital en junio de 2013 por una subida de azúcar y dos semanas después se contagió de la klebsiella. Le hicieron pruebas para ver si podían combatir la bacteria con antibióticos y dieron con uno que era válido», añadió Tania.

La crítica principal de los familiares, y en la que se basa la querella y la reclamación administrativa, se resume en que cuando a José le dieron el alta, ese mismo mes de junio, los facultativos no le prescribieron un seguimiento extrahospitalario.