CONGRESO

Manolo Sanlúcar: «La guitarra me obliga a conversar con ella»

El músico abre una cita que tendrá muchos puntos de vista sobre el instrumento de las seis cuerdas

Manolo Sanlúcar: «La guitarra me obliga a conversar con ella» VALERIO MERINO

LUIS MIRANDA

Más de 200 personas están inscritas en el Congreso de Guitarra Flamenca de Córdoba, una iniciativa pionera que ha abierto este miércoles el maestro Manolo Sanlúcar en una abarrotada sala Orive. El guitarrista, que ultima su retirada de los escenarios, comenzó con un recuerdo para Paco de Lucía y después demostró que sigue pensando en la música y viviendo para ella, porque hizo todo un recorrido por los orígenes del flamenco y por las raíces más profundas de las que brota.

Manolo Sanlúcar comenzó definiéndose como «un hombre de reflexión». «La guitarra me obliga a conversar con ella permanentemente, y por eso mi palabra es torpe y no fluida», confesó ante el auditorio del congreso . El flamenco y sus orígenes fueron el eje central de una conferencia que comenzó recordado cómo el arte jondo «sobrevive por encima de modas y es interés de muchos estudiosos por su naturaleza, tanto para los folkloristas como para los musicólogos». La comprensión del flamenco y de su naturaleza, insistió Manolo Sanlúcar, no se puede hacer si no se va a la historia del pueblo andaluz, que ha habitado una tierra que aunque ha estado permanente ocupada por distintos dominios e invasiones distintas a lo largo de la historia, «espiritualmente nunca se ha dejado someter».

Así, el arte jondo es una expresión del pueblo andaluz, que lo tiene como «una manera de sentir la vida», de la que nace la expresión musical que más tarde ha asombrado al mundo. Y lo ha hecho, recordó, a fuerza de distinguirse y de alejarse de los cánones de la mayor parte de la música occidental. Esta distinción, explicó, se puede debe a que, desde un punto de vista antropológico, «es el resultado de la situación histórica que ha padecido el pueblo andaluz». Así, los quejíos no serían una expresión retórica, sino también la expresión de algo profundo que late en el corazón del cantaor y del que compuso la letra.

El flamenco es la expresión del dolor de una herida que se cura cantando

Así, esta singular música «es el dolor de una herida que se cura cantado», y no se puede explicar sin la historia de un pueblo que ha pasado por muchas vicisitudes, entre ellas la pobreza, y que las ha expresado en su música y en su cultura.

Manolo Sanlúcar: «La guitarra me obliga a conversar con ella»

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