Reflexiones sobre política actual
Llevamos mucho tiempo quejándonos de la política de los gobiernos, actual y pasados, y aún no vemos soluciones concretas y dignas de sentido común. Nos alborozamos y acordamos, toda España, al afiliarnos a la democracia, aunque hoy discrepe Cataluña de ello.
Todos hemos de participar a la sociedad lo que quiere saber. No faltar a la verdad, ser siempre coherentes con la realidad, ser transparentes en las respuestas, no interpretar los hechos como cosas convencionales, proponer soluciones rápidas y concluyentes, ser igualitarios y responder con claridad y sin ingredientes difusos.
Tenemos que recordar al Marqués de Flers cuando afirmó: «Democracia es el nombre que damos al pueblo cuando lo necesitamos». Muchos estamos de acuerdo con el Estado actual que votamos en su momento. Esperamos las próximas elecciones con avidez, con afán, dando tiempo al tiempo, que el hado actúe correctamente, aunque los opositores de los gobiernos son los que prometen todo lo que los gobernantes actuales no aseguran.
La actitud de la política está en la destreza de averiguar las dificultades, hallarlas en cualquier parte, fijarlas falsamente y designar la reparación desacertar.
Actualmente ser político es lo más parecido a la perpetuidad. Hoy la política es dirigir a los demás desde la cárcel. Ante las campañas todos los políticos revelan los discursos. También el tribuno y soldado Foción dijo: «Los grandes habladores son como los vasos vacíos, que hacen más ruido que los llenos».
El día 31 de octubre de 2000, Jesús Caldera, portavoz del PSOE en el Congreso, afirmó: «Los políticos tienen que dar respuesta a las necesidades de la unidad democrática porque los ciudadanos lo piden día por día». ¿Cuándo y cómo piensan demostrarlo?
Los gobiernos tienen que buscar lo justo, dar sus derechos al pueblo, ejercer la justicia y apoyar a los ciudadanos.
España somos todos, respetemos las leyes, los estatutos y derechos con pruebas contundentes e irrevocables para los implicados en irregularidades, fraudes, extorsiones y corrupciones.
