Urnas y malversación
A la Cataluña independentista se le ha permitido ganarnos el pulso, señor Rajoy. Se le han permitido el insulto y el desafío al Estado y a sus leyes, respectivamente. Han actuado a su antojo y han malversado nuestro dinero en sus propagandas indignas, instalando por el mundo pseudoembajadas donde no se lee ni con lupa
la palabra España. En escuelas y en todos sus medios de comunicación se fomenta el odio a todo lo español. El señor Junqueras declaró públicamente que no pagarían la deuda (cerca de trescientos mil millones) si no se aceptan sus condiciones y entraría España en suspensión de pagos. Ya no queremos palabras, señor Rajoy, sino hechos y que España recupere sus derechos,
que, por ahora, como las piedras de Gibraltar, siguen hundidos.