LA TRILLA
MIEL CON ORIGEN
En la última década la miel de China ha aumentado un 578% con etiquetados que llevan a la confusión al consumidor
En 2103 se comercializaron dentro de nuestras fronteras 22.000 toneladas de miel china. En la última década ha aumentado un 578% la entrada de miel de este país a España, lo que supone el 67% del total de nuestras importaciones. España es el primer productor de la Unión Europea y el decimosegundo del mundo, con casi 26.000 apicultores. En Andalucía se localizan alrededor de 3.700 explotaciones apícolas, el 15% de toda España.
El sector apícola y consumidores han lanzado una campaña para promover un etiquetado más preciso de la miel envasada. En el momento actual la miel se etiqueta con referencias como «mezcla de mieles UE-no UE» o «mezcla de mieles no UE». El sector defiende que este tipo de etiquetado induce a confusión, aunque quizás no es confusión, sino desinformación. En todo caso, la opción de etiquetar miel proveniente de nuestros colmenares siempre está abierta y de hecho se utiliza en varias marcas de calidad. Probablemente lo que condicione al consumidor es distinguir si es española, si procede de la UE o de fuera. Es difícil pensar que discrimine en mayor detalle, aunque es cierto que existe una percepción generalizada de que un producto chino es de peor calidad.
El caso de la miel es complejo, porque con frecuencia se envasan mezclas de orígenes diferentes. Algo similar, salvando las diferencias, de lo que pasa con el vino de mesa, que se envasa en un territorio, pero cuya materia prima puede provenir de muchos lugares diferentes, sin que aparezca en el etiquetado.
Sería mucho más importante garantizar que la miel importada cumpla con los mínimos niveles de calidad exigidos en la UE o que, para compensar las altas exigencias medioambientales y sociales de nuestro espacio económico, se articulen medidas de apoyo a nuestro sector que le permitan ser competitivo.