PRIMERA DIVISIÓN
El duro tránsito del Córdoba CF hasta el mercado invernal
Llega al parón pensando en enero, colista con seis puntos y 11 jornadas sin ganar
El panorama cada vez está más negro en el Córdoba CF. Sólo la fe (quien la tenga) y la puerta abierta que deja el mercado invernal para regenerar la ilusión (si se recurre a él porque no esté todo perdido entonces) mantiene viva una llama de esperanza en el cordobesismo de que el sueño de la permanencia en Primera sea posible. Será un durísimo tránsito en medio de la nada hasta enero. Todavía tiene que medirse a Elche, Villarreal, Athletic, Levante y Barça antes de poder reforzarse.
El clima cada día es más tenso en El Arcángel. El CCF ha sido incapaz de encontrar el ansiado camino de la victoria después de las primeras 11 jornadas de Liga, más de un cuarto de Liga. Ni con los grandes ni con sus rivales directos en la zona baja. Para colmo de males, no ganó al Dépor ni de penalti ni contra diez.
El ambiente cada instante es más sombrío en el conjunto blanquiverde. El club ya ha gastado la bala del cambio de entrenador. De momento, sin resultado. Djukic sólo suma dos puntos de nueve posibles.
El estado de ansiedad cada jornada es más intenso. En la grada y en los jugadores. A los futbolistas se les ve impotentes y casi resignados. La afición ya se ha cansado. Al final del último partido pitó con fuerza a la plantilla.
La tensión puede explotar en cualquier momento en el palco. Tras técnicos y jugadores, la afición se girará al palco. De hecho, el viernes ya lo hizo en los instante finales para criticar la política de fichajes y los resultados del equipo. Entonces, Carlos González, presidente del Córdoba, ya no estaba en él.
El panorama cada vez es más preocupante en las oficinas del club. Con 27 millones de presupuesto (reconocidos) y 14 para personal deportivo (según la LFP), los seguidores no entienden la nula capacidad de la plantilla que defiende su escudo por primera vez en 42 años en Primera. Apenas Iñigo López, Pantic, Fede Cartabia (aún venido a menos) y Ghilas han demostrado virtudes para jugar en la élite.
El clima cada día está más distante en la asunción de responsabilidades. En la planificación se pueden cometer errores, pero es difícil comprender la dimensión tan enorme de fallos que se han realizado en los fichajes en verano.