El Muro del 9-N
Es lamentable que mientras este domingo Europa entera celebre la caída del Muro de Berlín algunos en Cataluña pretendan ese mismo día levantar otro muro con el resto de España, construido con los ladrillos del resentimiento, el rencor y el egoísmo económico. La Europa del siglo XXI crece a base de integrar, unir y derribar fronteras, pero hay unos cuantos que promueven la ruptura, la separación y el levantamiento de nuevas barreras como en el siglo XIX. Se presentan como modernos, pero su nacionalismo, basado –no nos engañemos– en la soberbia de creerse diferentes y mejores que el resto, es rancio y retrógrado. Este 9 de noviembre Europa no se merece que se levante en su interior un nuevo muro de división, en una vuelta al pasado que a todos –sobre todo a los catalanes– nos perjudicaría.