Zonas de reserva, un santuario para la reproducción
La ley obliga a fijar en todos los cotos un espacio para dar refugio a las especies
El artículo 18 del Decreto 182/2005, de 26 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Ordenación de la Caza en Andalucía, regula la obligación de que en todos los planes técnicos de caza se establezcan zonas de reserva, cuyo objetivo será permitir que las poblaciones de las especies cinegéticas gocen de refugio y puedan, de esta manera, desarrollarse.
En estas zonas no podrá practicarse la caza, ni tampoco cualquier otra actividad que pueda incidir negativamente en las especies.
El espacio destinado a zona de reserva deberá estar señalizado oportunamente y será, como mínimo, el cinco por ciento de la superficie total del acotado. En esta superficie no se computarán zonas en las que esté prohibida la caza, tales como las zonas de seguridad.
La consejería competente en materia de caza, en el caso de Andalucía la de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, podrá aprobar en supuestos excepcionales justificados variaciones en el porcentaje de la superficie de las zonas de reserva.
En opinión del colectivo de veterinarios e ingenieros de montes, en muchos acotados en la actualidad no se presta la debida atención a los objetivos de estas zonas, como elementos dinamizadores del estado óptimo que deben gozar las poblaciones cinegéticas.
Para ello, desde el sector se aconseja que sería conveniente que en estas zonas se ubicasen, por iniciativa de los propios titulares, los elementos necesarios para promover estas poblaciones, tales como comederos, bebederos y zonas de refugio para la fauna cinegética.
En los últimos años han sido numerosos los espacios en la provincia de Córdoba acotados para repoblar la perdiz roja, una especie que acumula dos décadas en declive y que, pese a no peligrar su supervivencia en el campo, no se reproduce lo suficiente para se objeto de cacerías, lo que ha obligado a los gestores de cotos a reducir a la mínima expresión estas batidas. De hecho, tal y como ya señaló este periódico, de los más de 30 días autorizados por la Junta de Andalulcía en su orden de veda, la mayoría de cotos sólo han previsto entre uno y dos días de batidas.