EL DEDO EN EL OJO
LA IMPOSTURA DE LOS PRESUPUESTOS
La Junta vende sus cuentas como la quintaesencia del progreso en Córdoba
CADA vez me reafirmo más en la idea de que para cierta clase de políticos resulta inexcusable estar absolutamente desprovisto de escrúpulos.
La valoración que de los presupuestos de la Junta para 2015 ha hecho el cogobierno andaluz, es hija precisamente de esa premisa: hay que tener falta de reconcomio para vestir de éxito lo que, una vez más, se erige como arquetipo del fracaso que se autoperpetua desde hace más de 35 años en Andalucía.
Ha sido Jesús María Ruiz, el parlamentario socialista que nos representa a los cordobeses, quien ha hecho bueno el aserto y, carente de remilgo alguno, ha venido a intentar hacernos creer que los presupuestos andaluces son la quintaesencia del progreso, el crecimiento, la justicia social y la redención final del pecado original para el hombre. Con ese aire de sobrada suficiencia y de espíritu salvífico ha venido don Jesús María a defender dichos presupuestos arbitrando una serie de ficciones que sólo serán capaces de tragar los menos avisados. Los socios de IU no han ido a la zaga y le han acompañado dando palmas al compás.
Empecemos a desentrañar la patraña.
Dice este parlamentario que los presupuestos apuestan por la sanidad, la educación, los servicios sociales y la dependencia; pero «a contrario sensu», dice la realidad que la sanidad está tan enferma en Andalucía que ya anda la administración cerrando plantas de hospitales, reduciendo personal y dejando de dotar presupuestariamente los proyectos que llevan años esperando (Sociosanitario de Lucena, CARE de Priego, ampliación de Reina Sofía,…). Y nada parece que mejorará el próximo año.
La educación (que Dios se apiade de su alma) hace años que nos sonroja a todos y así seguirá porque este gobierno es insumiso frente a la reforma del Gobierno central y sigue firmemente convencido de que la misma es una oportunidad irrenunciable de control ideológico. Los Servicios Sociales y la Dependencia están comprometidos; y ésta última herida de muerte porque la Junta no paga esas prestaciones (el ayuntamiento de Córdoba ya ha anunciado que vuelve a hacerse cargo del servicio de dependencia doce meses más; o sea, la Junta no apoya esta ayuda en sus presupuestos).
Pero es que, además, aseguran desde el PSOE que los presupuestos tienen «clara vocación de control de las cuentas públicas». Eso por sí solo, y a la vista de cómo está el patio, constituye una ofensa.
Otras lindezas toman el camino de afirmar que los presupuestos «luchan contra el desempleo» y son de los «más avanzados de Europa». No me apetece mucho comentar majaderías. Por eso tampoco diré nada de autovías del Olivar, de Ciudades de la Justicia, de Rondas Norte ni de otras zarandajas que nos hicieron creer hace ya demasiado tiempo.
«Andalucía al máximo»... de su impostura. Como siempre.