reforma integral de la plaza
San Agustín perderá su tablero central
Las palmeras se replantarán en otro lugar y se valora una fuente ornamental
La plaza de San Agustín perderá el tablero central y algunos elementos de su actual fisonomía en la reforma integral que prepara el Ayuntamiento de Córdoba y que está terminando de ultimarse. El mayor de los impactos de esta zona será que la zona recuperará su pendiente originaria para estar al nivel de la calle que la bordea. La diferencia de altura tendrá que salvarse en la zona más alta (la más cercana a Viana) por medio de unas escaleras ornamentales.
El promontorio elevado data de la última reforma de San Agustín que, aseguran, no tiene menos de seis décadas. Eran tiempos de menos miramientos con las cuestiones de accesibilidad y fue una forma directa de aplanar la zona. El acuerdo cerrado con los vecinos pasa por una remodelación recuperando la cota originaria de la plaza y aportando algunos factores estéticos renovados.
Una de las cuestiones cerradas es la eliminación de parte del actual arbolado. Los plataneros, en mal estado, ya no existen y las grandes palmeras se llevarán a otros lugares. La razón estriba en que se trata de especies sensibles al picudo rojo, una plaga que está acabando con buena parte de los ejemplares de todo el país. A cambio, se diseñará un nuevo arbolado más resistente y variado.
En segunda instancia, se trabaja en una fuente ornamental que no sea muy aparatosa y que permita el recorrido del agua por medio de canalizaciones en el suelo como ocurre en la plaza del poeta Juan Bernier o, más discretamente, en las Capuchinas. San Agustín tuvo una fuente a partir de 1854 en el lugar que hoy ocupa la estatua a Ramón Medina, el autor de «Cordobesita». Esta fuente fue eliminada hace décadas, entre otras cuestiones, porque era muy fea.
A su vez, la estatua se queda en la plaza aunque se estudia la ubicación concreta porque no está claro que vaya a ocupar el mismo lugar que ocupa desde hace varias décadas. Se trata de una obra de Amadeo Ruiz Olmos -autor, entre otros, del monumento a Maimónides y del mausole o de Manolete- que homenajea al autor de canciones populares.
San Agustín es de las pocas plazas que se libró del furor reurbanizador de las últimas décadas, donde se llevaron a efecto no pocas obras polémicas. En su día, se aseguró que se convocaría un concurso de ideas para el recinto y que pagaría la Junta. La obra, al final, estará financiada por el Consistorio con un proyecto propio.
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