Más de 13.000 hurtos en solo nueve meses
Los últimos datos del Ministerio del Interior sobre criminalidad revelan que entre enero y septiembre del presente ejercicio se ha registrado una media de 48 robos sin violencia al día en la provincia de Córdoba
LA recesión económica ha multiplicado en los últimos años el número de denuncias por hurtos y, si bien es cierto que a lo largo del presente ejercicio el número de este tipo de sustracciones se ha ido reduciendo, su incidencia sigue siendo, cuanto menos, preocupante. Así, entre enero y septiembre de 2014 se han registrado en la provincia de Córdoba un total de 13.066 hurtos, esto es una media de 48 al día.
Llaman la atención los datos del tercer trimestre del año. Se contabilizaron un total de 6.360 robos sin el uso de la violencia, un 13 por ciento menos que en el mismo periodo de 2013. Fueron 1.825 más que los denunciados entre abril y junio, y cerca del triple que los hurtos del primer trimestre (2.171).
Según un informe elaborado por Checkpoint Systems y The Smart Cube, el índice de pérdida desconocida equivale al 1,36 por ciento de las ventas del sector minorista en España y asciende a 2.574 millones de euros. Además, el número de hurtos en establecimientos comerciales ha aumentado un 3,1 por ciento y las tiendas dedican unos 75 minutos al día a revisar su inventario, más que la media europea.
Las grandes superficies y supermercados suelen ser los enclaves preferidos por los amigos de lo ajeno. Licores y artículos de perfumería son los productos preferidos por los sisadores. Sin embargo, de un tiempo a esta parte se están empezando a registrar, cada vez con más frecuencia, casos de hurto de alimentos a los que sobrevuela la sombra de la crisis.
La última reforma del Código Penal aprobada en septiembre del pasado año ha transformado la falta de hurto en delito leve que castiga los casos en los que lo sustraído no supere los 1.000 euros. Además, si los autores son profesionales y pertenecen a bandas organizadas se les puede condenar a penas de uno a tres años de prisión. En los casos más graves, a cuatro años de cárcel.
La normativa considera que existe delito de hurto, independientemente de la cuantía que se haya robado, «cuando se produce en circunstancias como el desamparo de la víctima y el pillaje que puede darse en situaciones de catástrofe; la profesionalidad; la utilización de menores de edad; y el hurto sea de conducciones de suministros eléctricos o de cableado de telecomunicaciones».