El temporal de lluvia y viento provoca más de 50 incidencias
Unos cipreses dañan varios panteones en el cementerio municipal de San Rafael
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Las rachas de viento de hasta 70 kilómetros hora y la fuerte lluvia de la pasada madrugada provocaron la caída de numerosos árboles en diversos puntos de la capital, causando destrozos de diversa consideración como en el caso del cementerio San Rafael, donde algunos cipreses rompieron incluso panteones, según pudo saber ABC.
Los efectivos del Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios (SEIS) tuvieron que atender más de medio centenar de salidas para retirar ramas y árboles caídos a la calzada, alguno de los cuales ocasionaron daños de diversa consideración a algunos vehículos estacionados, aún por valorar, según informaron los bomberos.
Asimismo, en otros puntos de la ciudad se registró acumulación de barro y lodo en la calzada y las vías públicas, aunque ninguna de estas incidencias obligó a cortar las calles al tráfico rodado.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya había previsto activar la alerta amarilla en Córdoba por fuertes lluvias y rachas de viento que podrían superar los 80 kilómetros por hora en la Subbética desde las 3.00 horas hasta las 12.00 horas de ayer.
La alerta afectó, además, a las comarcas de la Campiña cordobesa, la Sierra y Pedroches, según la Aemet, donde preveía lluvias de hasta 20 litros por metro cuadrado a la hora con una probabilidad de entre un 40 y un 70 por ciento.
Éste es el segundo temporal que azota a la provincia cordobesa en menos de un mes. A principios del pasado octubre, las precipitaciones y el fuerte viento ocasionaron más de 90 incidencias. El desbordamiento de un arroyo anegó unas diez viviendas en Fuente Obejuna, mientras que parte del municipio de Aguilar de la Frontera se quedó sin luz a cuenta de un fallo en el suministro eléctrico.
Los episodios más repetidos por viento fueron las caídas de ramas de árboles (en Carlos III y la avenida de Libia, entre otras zonas de la capital), desprendimientos de cornisas y tejas, así como daños en el mobiliario urbano. Por otro lado, las abundantes precipitaciones crearon balsas de agua y anegaciones puntuales.