Las esquinas tienen dueño
Los despistados las pisan, las motos se las llevan por delante, los coches las extienden y las pasan a las cocheras. ¿Qué es?
Las cacas de perro en la calle Alcántara, Cedaceros o Gutiérrez de los Ríos. Es evidente que si estas calles constantemente están hechas una «mierda», y nunca mejor dicho, es porque nadie se preocupa de que se cumplan las ordenanzas municipales.
Ni carteles de los vecinos ni enfrentamientos dialécticos, por las cacas de los perros que no se recogen (y el que lo hace deja la bolsita en las puertas de sus vecinos), consiguen lo que sí haría una política municipal responsable. Córdoba, permítanme la expresión, por estas calles es una porquería.
Los turistas, a los que oímos mientras sortean las cacas de los perros y saltan por encima de las inmensas meadas en las esquinas se quejan. Y la pena es que llevan razón.
Los poseedores de perros se sienten como ofendidos porque su perro no quiera hacer sus necesidades en las puertas y esquinas de sus vecinos. Y es porque hasta el perro más tonto sabe que, aunque le obligue su amo, dueño y señor, lo que está haciendo no está nada bien, porque precisamente ese amo no le deja hacerlo ni en su casa ni en la puerta de su casa. Y se preguntará el perro, ¿y por qué sí en la puerta del vecino? En este caso pensamos igual que el perro.
El «buenismo ya pasó» y quien crea que «to er mundo e güeno» es que tiene más miedo que once viejas en aplicar las ordenanzas de su competencia cuando llega la hora.
El que lo hagan no nos va a situar en un estado policial, esperamos, pero lo que sí es cierto es que sería lamentable ante todo esto pensar que en Córdoba «un perro es un voto» ¿Cuál es el problema para no sancionar? Sanciones, señores, sancionen, que para eso están la Ordenanza de Higiene Urbana y la Ordenanza de Control Animal.
Tenemos muchos bares, tabernas, discotecas, puf y paf, y cuando se divierte la gente más de la cuenta, se instala un operativo y control alcoholémico que te crió, que por otro lado está muy bien. En ese caso nadie protesta porque se le haga el control ni nadie se pregunta cuál es el problema para que no se haga.
