470 EMPLEOS
El plan de contratos sociales subirá su dotación a un millón
La partida en 2015 crecerá un 6% respecto a la de este año, 940.000 euros
El gobierno municipal fortalecerá por medio de los presupuestos del Ayuntamiento de 2015 una segunda edición del programa de contratos «antiexclusión» de Sadeco (empresa municipal de limpieza). Igualmente, el proyecto de cuentas del año que viene incluye un aumento sustancial de las ayudas de emergencia, aquellas que se dirigen a atender cuestiones básicas, como el pago de ropa o alimentos.
Así lo anunció ayer la edil de Servicios Sociales, María Jesús Botella. Ésta indicó que, para 2015, el Ayuntamiento prevé mejorar una iniciativa que lanzó como novedad en 2014: el plan de vinculaciones laborales en Sadeco para personas en riesgo de exclusión social. Dicho plan es un elemento vital dentro del programa de inclusión impulsado por primera vez por el Consistorio este ejercicio y contempla la contratación a lo largo del segundo semestre del presente ejercicio de 470 personas. Las vinculaciones laborales son de dos meses de duración -los beneficiarios cobrarán en torno a 700 euros netos-. Están realizando acciones de limpieza de calles y zonas verdes o de eliminación de pintadas en distintos barrios de la capital. A ese programa ha destinado Servicios Sociales 940.192 euros en 2014 -la ejecución corresponde a Sadeco-. Y el año que viene, avanzó Botella, este plan tendrá un presupuesto de un millón. Es decir, su partida crecerá un 6,4%.
La edil resaltó lo «innovador» de este plan, ya que lo que ofrece al ciudadano en riesgo de exclusión es un contrato, que es «lo que la gente busca», y una formación en estas labores de limpieza. Además, el borrador de los presupuestos incluye que la partida de ayudas de emergencia -contratos sociales aparte- sea de 682.000 euros frente a los 390.000 consignados inicialmente para 2014, con lo que subirá un 75%. Ahora bien, como explicó Botella, esa cantidad recogida en las cuentas en vigor se ha ido modificando al alza, lo que no extraña en un periodo en el que aún se dejan sentir los efectos de la crisis.