Alaya y el cuento de nunca acabar
La juez Alaya suma y sigue. La magistrada imputa a otras seis personas en el caso de los ERE y eleva la cifra de acusados a 229. En versión sevillana, el cuento de nunca acabar acumula páginas, añade nuevos personajes y aplaza –sine die– su desenlace. No hay prisa por conocer la verdad y llegar hasta el final de las corruptelas de la Junta, pero quizá sea oportuno acotar una investigación que corre el riesgo de cronificarse en un juzgado incapaz de digerirla.