«Hay que poner trabajo a la calidad»

Después del entrenamiento matinal y con bastante retraso sobre el horario previsto (otra vez), apareció ayer Miroslav Djukic en la sala de prensa de El Arcángel. Como las últimas veces, con apariencia y tono tranquilo, casi relajado, comenzó con respuestas cortas su comparecencia previa al partido frente al Atlético de Madrid (hoy, 18.00). Pero el calentamiento sería rápido. «Voy con dos laterales, pero, bueno, pienso que no hay problemas», resumió sin torcer el gesto, pese a confirmar que Campabadal no se había recuperado a tiempo de sus molestias musculares.

El entrenador del Córdoba se extendería algo más a la hora de hablar de José Carlos, «un jugador importante» en la plantilla, tal y como reconoció, primero, de forma explícita y, acto seguido, algo más entre líneas. Empezaba a soltarse Djukic, que contestó de forma muy directa: «No sabemos el alcance de su lesión, pero no podemos llorar por quien no está. Intentaremos, con lo que tenemos, cumplir nuestros objetivos». Con más o menos intención, relacionó así, en un par de frases, la recaída del extremo, ya que, como avanzó ayer ABC, la sombra de la operación vuelve a planear sobre su maltrecha rodilla.

Nunca pierde el serbio de vista su objetivo, esa permanencia para la que le acaban de contratar. Por sus palabras, se deduce que las dos semanas que lleva al frente del Córdoba le han bastado para madurar en su mente la fórmula que permita alcanzarla. «Trabajo más esfuerzo», desveló. La ecuación es sencilla y, en ella, «el trabajo es obligatorio para todo el mundo». Una pregunta sobre el estado físico de Caballero sirvió de excusa a Djukic para desgranarla a fondo y, de paso, mandar un aviso a navegantes, especialmente a sus futbolistas más talentosos: «Caballero está físicamente bien y está trabajando, pero yo les he dicho a ellos que nosotros no podemos vivir aquí de la calidad sólo». «No tenemos ningún Cristiano ni ningún Messi que nos garanticen 40 goles, que les digamos haz lo que te s... lo que dé la gana», comparó, entre lo coloquial y lo dogmático, para cargar de más fuerza si cabe su exposición.

Sabía Djukic que tiene muy poco que perder esta tarde en el Vicente Calderón y que sus palabras tendrían un calado especial en vísperas de un partido frente al equipo que defiende título. Dejó el camino trazado para sus jugadores y, pese a que asumió que será «muy difícil», espera con «ilusión» que puedan «hacer daño al contrario» y —por qué no— «ganar el partido». «Vamos allí con toda la tranquilidad del mundo para saber donde estamos contra el campeón», concluyó.