EL CONSUMO IMPULSA EL CRECIMIENTO
España mantiene su senda de crecimiento y creación de empleo, ya que el impacto del frenazo europeo sobre las exportaciones se compensa con el consumo y la inversión privada
LA economía española sigue creciendo a pesar de la ralentización que sufre la zona euro y lo hace impulsada por el repunte del consumo nacional, tras largos años de contracción y atonía de la demanda interna. El PIB avanzó un 0,5% en el tercer trimestre, según el dato publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De este modo, el país encadena ya cinco trimestres consecutivos de crecimiento y, de hecho, avanza a un ritmo del 1,6% interanual, tres décimas más que en el trimestre previo, de modo que España cerrará el año con un crecimiento próximo al 2%. Y ello, en medio de un preocupante escenario de parálisis por parte de la economía europea debido, sobre todo, al estancamiento que sufre Francia, la recesión de Italia, la permanente incertidumbre de Grecia y la reciente desaceleración de la locomotora alemana como consecuencia de las tensiones geopolíticas con Rusia. De hecho, esta desaceleración generalizada ha disparado de nuevo las alertas acerca de una posible tercera recesión en la zona euro. Sin embargo, España mantiene intacta su favorable senda de crecimiento y creación de empleo, ya que el lógico impacto que está teniendo el frenazo europeo sobre las exportaciones se ve compensado mediante el aumento del consumo y la inversión privada a nivel nacional, lo cual es una señal positiva. Aunque los datos todavía no son definitivos, todo apunta a que el sector exterior restó una décima al PIB, pero la demanda interna logró sumar un 0,6% al crecimiento, de modo que la senda de recuperación continúa intacta, pese a las nuevas dificultades que atraviesa el continente. Es decir, la pérdida de dinamismo de los mercados de exportación debida a la falta de pulso de la zona del euro fue contrarrestada por el incremento del consumo de las familias y la inversión de las empresas españolas. Por otro lado, el avance del PIB permitió una sustancial creación de empleo en el tercer trimestre, como refleja la última Encuesta de Población Activa. La economía nacional logró generar 151.000 empleos entre julio y septiembre, el mayor incremento desde el estallido de la crisis. Lo relevante de esta cifra es que España crea empleo con tasas de crecimiento todavía moderadas como resultado de la reforma laboral, mientras que antes necesitaba avanzar a un ritmo mínimo del 2 o 2,5% interanual.
Por último, para favorecer e impulsar aún más la recuperación es esencial rebajar los impuestos, tal y como prevé la reforma fiscal del Gobierno, con el fin de seguir incentivando el consumo y la inversión a nivel nacional. La rebaja del IRPF y del Impuesto de Sociedades a partir de 2015, junto con la reducción de las retenciones fiscales a los autónomos, el colectivo que más tira del empleo y mejor combate la crisis, permitirá incrementar la renta disponible de las familias y mejorar la competitividad de las empresas, ayudando a apuntalar el crecimiento y el empleo.