La caza se queda sin banquillo
El relevo generacional es uno de los grandes problemas del sector; los jóvenes no se enganchan a una actividad que pierde cada año 30.000 aficionados
Cada año se «jubilan» del campo miles de aficionados tras una larga trayectoria como cazadores, iniciada, en la inmensa mayoría, desde la más temprana infancia. Por el contrario, las altas de nuevos cazadores no repunta por la falta de interés de los jóvenes. No hay relevo generacional y cada año aumenta la sangría de pérdida de cazadores, que lleva ya dos décadas de caída en picado. Los datos son demoledores. Desde los años 90 hasta el pasado año las licencias para escopetas y rifles han pasado de 1,4 millones a 960.000. Lo mismo ocurre con los amantes de la caza (aquellos que pertenecen a federaciones, cotos, sociedades deportivas o clubes, entre otros ) cifrados hace más de dos décadas en 1,4 millones y que en la actualidad se contabilizan en unos 800.000. Así lo indican los datos de la Real Federación Española de Caza y de la Federación Andaluza de Caza.
El motivo es solo uno: la escasa incorporación de jóvenes. Y las causas que motivan esta falta de interés son varias, desde culturales hasta económicas.
El delegado cordobés de la Federación Andaluza de Caza, Francisco Javier Cano, señala que en el desapego de la juventud «influye todo, desde lo que se les inculca en el colegio hasta lo que ven en su casa». Para Cano, el estigma social de los cazadores hace mucho daño. «La caza no tiene el prestigio que se merece, ni el reconocimiento. Se sigue viendo como algo vinculado a la muerte y a los cazadores se nos asocia con gente que sale al campo a matar».
La situación laboral de los jóvenes, en una región como Andalucía donde son los más castigados por el paro, también influye. Son muchos los aficionados que han perdido su empleo y han tenido que abandonar su afición hasta que lleguen tiempos mejores.
El entorno familiar es fundamental. «Es casi imposible que alguien que no haya vivido la caza desde pequeño, que se haya creado en un entorno de cazadores pueda engancharse, porque tendrá otras aficiones», relata Cano. De hecho, los testimonios que acompañan a este reportaje dan la razón al delegado de la federación andaluza, ya que todos proceden de sagas de cazadores.