Quién dijo que bajarían los impuestos
Una vez más el Gobierno y el PP mienten. La bajada anunciada queda anulada con el nuevo impuesto que si Dios no lo remedia entrará en vigor el próximo 1 de enero. Y como siempre, su efecto vuelve a recaer sobre la sufrida clase media que no tiene fortunas ni capital para buscar cómo eludir la presión fiscal, los bienes se reducen a unos ahorros, el que los tiene, y una vivienda adquirida con no pocos sacrificios, en muchos casos fruto de la vejez; digamos que otra nómina que no se puede esconder, el blanco de Hacienda sin inspecciones ni trabajo para abatir a la presa fácil, al mileurista y al jubilado. Naturalmente me estoy refiriendo a la nueva reforma fiscal, por la que se van a quedar con el veinte o el treinta por ciento de su piso o su casa si la vende, aquella que adquirió con todo sacrificio y como solución para la vejez, o por qué no para nuestros hijos; desde luego no para los hijos del Gobierno de turno. Ya no va a valer la plusvalía por la que se pagaba al vender su casa, el Gobierno propone la supresión de los coeficientes de abatimiento y de corrección monetaria para aquellas viviendas compradas antes de 1995, la mayoría de la clase media que decía, las posteriores o tienen hipoteca por treinta o más años y si las venden perderían el cincuenta por ciento de su valor. En resumen, una casa o un piso que se pueda vender por treinta millones de las antiguas pesetas, que ya es vender bien, sepa el sufrido jubilado que el Gobierno se va a quedar con unos nueve o diez millones, esto aparte de un IBI abusivo que durante treinta o cuarenta años ha tributado y por el que ha pagado otros cuatro o cinco millones más; los ahorros de toda una vida para un fisco que ahoga, asfixia y persigue a las clases medias y más desfavorecidas. Es lo que faltaba para el duro, el duro sinvivir de muchas familias que ven cómo con la más caradura del mundo políticos de todos los colores se han estado llevando el dinero de los que pagan impuestos, y ningún gobierno, ninguna agencia tributaria, y ningún tribunal de Justicia han movido un dedo en busca de esos defraudadores y ladrones, y sin embargo, todo son leyes y presión fiscal con los que cumplen y pagan sus impuestos, que ven cómo se esfuman, se le roban, los ahorros de toda la vida.
