LLUVIA ÁCIDA
EL PASATIEMPO
Estoy deseando que desaten ya la siguiente operación, para, esta vez, adivinar el origen etimológico del título y derrotar a la UCO en el juego que propone
NO ignoro que en los últimos días han recibido ustedes una dosis fuerte de opiniones sobre la corrupción. Los considero por tanto avisados de la implosión del régimen, de los actos de contrición más o menos impostados de los políticos profesionales y hasta del advenimiento de los populismos, que trazan ya su trayectoria de meteorito precursor de una nueva glaciación. Procuraré por tanto no aburrirlos con otro sermón apocalíptico, sino proponerles que fijemos la atención en un aspecto de las grandes operaciones de la Guardia Civil que tal vez sea de importancia secundaria, pero que a mí me tiene fascinado. Me refiero al equipo de creativos de la UCO que, en lo que imagino como intensas sesiones de «brain-storming» generosas en el consumo de café, deciden de un modo muy particular, jugando al juego de la asociación de ideas –que es el favorito de la inteligencia desde antes incluso de que lo consagrara Conan Doyle–, los nombres de las operaciones. Ahí asoma un trabajo intenso, consciente de que las operaciones, como las novelas, han de resultar atractivas en el mismo título. Un trabajo que supera el del Pentágono, cuya creatividad para las grandes operaciones militares –Libertad Duradera, Alas Rojas, Conmoción y Espanto, Justicia Infinita– nunca nos convenció del todo. La excepción sería Desert Storm, que sí era explícita y enérgica, pero carente de esa sutileza de las diferentes capas de interpretación que revela que en la UCO hay cerebros juguetones.
Ya lo de Gürtel tenía su miga. Un guardia civil germanófilo, quién sabe si lector de Goethe, se inspiró en el apellido de Correa y dio con un título formidable que ya ha quedado incrustado en la memoria colectiva. Operación Correa no habría sido lo mismo. Menos aún operación Bigotes, que habría derivado hacia la autoparodia de tebeo, como si los martillos de la justicia fueran Mortadelo y Filemón. Gürtel dio un empaque sofisticado e internacional.
Pero con lo que me pongo en pie y aplaudo es con lo de operación Púnica. Obra maestra. El apasionado por la historia de Roma que uno es aceptó el juego de la UCO, buscó la relación, y creyó encontrarla en el hecho de que algunas detenciones tuvieron lugar en Cartagena. La Cartago española. Sólo con esto ya me parecía un buen título que sugería que en la UCO hay un alma gemela igual de apasionada por Aníbal y Escipión. Pero qué va. Esta asociación era demasiado simple para la UCO. Sus creativos ya están sumidos en una carrera personal por superarse en la invención de pasatiempos más divertidos que el sudoku. De Granados pasaron a granada, y de ahí a su denominación en latín, que contiene la palabra púnica. Bravo. Estoy deseando que desaten ya la siguiente operación, para, esta vez, adivinar el origen etimológico del título y derrotar a la UCO en el juego que propone.