PRIMERA PLANA
«DESCOGOBIERNO»
En Andalucía, tenemos dos Ejecutivos, uno de IU y otro de PSOE, que pierden demasiado tiempo en sus peleas
Saben aquel que diu que va una consejera de Fomento, Elena Cortes (IU), al Parlamento y sostiene que hacer equipamientos con el sistema de colaboración público-privada es un «expolio» para las cuentas autonómicas. Pero en la misma sesión plenaria va el titular de Justicia, Emilio de Llera (PSOE), y defiende la ejecución de la Ciudad de la Justicia, que se hará por ese método que su socio de Ejecutivo tilda de saqueo. En eso está deviniendo este «descogobierno»: en un chiste sin ninguna gracia, a diferencia de los de Eugenio.
A la Junta le ha costado años y años activar en Córdoba un proyecto por el mecanismo de colaboración público-privada, que consiste en que ella, al estar tiesa, busca firmas que le hagan el equipamiento en cuestión y durante lustros pagamos la «dolorosa» con intereses, y muchos. El fallo fue que el Ejecutivo regional se empeñó en activar ese sistema cuando la crisis dejó el grifo del crédito a las empresas seco como el Sahara. Por ello, proyectos que la Junta intentó desarrollar por esa vía, la Torre de Poniente, la Ronda Norte o el Centro de Visitantes de la Sinagoga, han tenido menos oportunidades que quien discrepa en UPyD. Ahora, la Ciudad de la Justicia es la excepción que confirma la regla. Aunque sus obras lleguen siete años tarde y aunque salga por un pico —el coste para las constructoras es de 56 millones y la Junta les acabará abonando 205—, bienvenida sea. Porque es vital para mejorar la administración de la justicia —derecho básico— y creará 500 empleos en su ejecución.
Pero la consejera de Fomento ve el mecanismo para hacerla como un «expolio». Así justifica que su Departamento aparque «sine die» la Ronda Norte. Esa que la Junta, cuando sólo la dirigía el PSOE, iba a ejecutar mediante colaboración público-privada —220 millones de coste para las constructoras y la Administración regional acabaría pagándoles cerca de 1.000—. Eso sí, Cortés no da una alternativa para acometer una infraestructura viaria necesaria para la capital.
IU y PSOE unieron sus fuerzas democráticamente para dirigir Andalucía, aunque los populares ganaron las elecciones. Lo que no se antoja tan legítimo es que el pegamento fundamental que las haya aglutinado se esté viendo que es el cariño al sillón. Cuando la región necesita un gobierno concentrado en subirse al tren de la recuperación, aunque por ahora éste sea del tamaño de uno de juguete y no de un AVE, tenemos dos Ejecutivos que pierden demasiado tiempo en sus peleas. La última ha sido por crear una banca pública, tema que monopoliza las tertulias del bar de Nunca Jamás donde desde hace años tomo mi entera de pan con piscos de unicornio. Al final, la sensación es la de una legislatura en la que se deja pasar el tiempo a la espera de que Susana Díaz crea que ha llegado el momento idóneo para presentarse por primera vez a unos comicios, ganarlos con mayoría absoluta y no tener que compartir el trono de la comunidad con IU.