¿Conoces tu parroquia por dentro?
Desde hace años, colaboro con la parroquia de la Esperanza, llevando mi escritura manual al registro de los libros parroquiales, así como con el coro que alegra la misa mayor dominical, por tanto ya conocía algunas de las funciones que en la misma se desarrollan. El acompañar a mis nietos, uno a la catequesis de preparación para la Primera Comunión y otra a la pos-Comunión, me permite conocer en directo el aluvión de casos que se le presentan a nuestro párroco, dados los momentos de dificultad que atraviesan tantas familias, pues aunque hay un día dedicado a la Cáritas parroquial, a diario acuden personas con casos urgentes y no todos con la rápida resolución que a los afectados apremia, lo que lleva al rector de la parroquia a pasar tragos nada agradables. Existe un ropero con prendas en perfecto estado, diversas leches para los más pequeños, alimentos imperecederos, además Cáritas atiende, entre otros, casos de cortes de luz, agua, impagos de alquileres, etcétera. En todos los barrios hay una parroquia, siempre a nuestra disposición (bautismos, comuniones, bodas, funerales, misas). Desde aquí invito a cuantas personas católicas o no católicas, entren y conozcan las diferentes tareas que en ella se desarrollan y después juzguen su labor, que no sea todo una crítica negativa, hacia una institución que al estar formada por humanos es lógico que cometa fallos, pero por qué no se da mayor difusión y elogio a la obra tan extraordinaria que dentro de la misma se está desarrollando en pro de los más desfavorecidos.