Intereses ocultos: siempre habla quien más tiene que callar

Piensa el ladrón que todos son de su condición; decimos esto cuando pretendemos ver en los demás los defectos que tiene uno mismo. Como sabemos, el ministro de Industria, José Manuel Soria, es partidario de la extracción del petróleo en Canarias; no solo por el beneficio que representa, sino, sobre todo, por una cuestión de responsabilidad hacia el pueblo canario, ya que si nosotros no extraemos el crudo lo va a hacer Marruecos (de hecho, ya ha iniciado las gestiones por la dejación negligente y culpable del presidente canario, Paulino Rivero, de lo que deberá responder algún día), lo que ocasionará, caso de haber vertidos, una desprotección mayor de los intereses canarios.

Pues Rivero ha tenido el atrevimiento, y la irresponsabilidad, de decirle a Soria que explique cuáles son sus intereses con Repsol. Si empezamos por el principio, Rivero, que fue, hasta hace poco tiempo, firme partidario y defensor de la extracción del petróleo en Canarias, debería explicar, primero, por qué razón cambió repentinamente su decisión, y luego debería explicar también cuáles son sus intereses con el Rey de Marruecos, a quien, hasta el momento, no ha hecho la menor crítica por las consecuencias que puede tener para los canarios el daño que el presidente canario dice querer evitar.

Si este hombre hubiera empezado por el principio (cosa que no hará nunca), habría estado en condiciones de formular semejante pregunta al ministro José Manuel Soria. Nunca antes. Y digo yo: ¿no será que Paulino Rivero no está en situación de criticar nada al Rey de Marruecos? Siempre habla quien tiene más que callar.