Se enfría el pacto anticorrupciónLa regeneración ética de la política es una prioridad

Cuando ya se daba por muy fraguado y a punto de caramelo un pacto contra la corrupción entre populares y socialistas, parece que las ganas se enfrían. Las pegas de última hora del PSOE han devuelto el estado de la cuestión al principio. Será un error (uno más) el dilatar una propuesta firme, prioritaria y convincente que garantice la regeneración ética de la política. Los ciudadanos tienen que creerse la sinceridad de ese propósito renovador, circunstancia que será imposible si los partidos no hacen nada, marean la perdiz o parchean un sistema que ha hecho agua, si nos atenemos al incesante reguero de casos de corrupción que se desvelan desde hace años. Cierto es que al final actúa la Justicia y que vemos cómo van cayendo las condenas. Pero la sociedad necesita confianza y garantías de que esto no se volverá a repetir.