LA CERA QUE ARDE
La bolita
Cuando leo un programa electoral me fijo mucho en el apartado de transportes y mudanzas
EN Córdoba tenemos la costumbre de mover las cosas de sitio y llevarlas a otro. Utilizo el plural mayestático no porque yo traslade nada, sino porque soy parte pagante, como usted, de la mudanza. ¿Dónde está la bolita? Un domingo por la mañana me levanté y al salir a comprar el pan, pasaron delante de mí un tren de aterrizaje, cuatro manguitos del 35, una cabina de pilotaje, dos alas divididas en tres furgonetas, un peñista repartiendo camisetas de la Capitalidad desde el camión y un coro de periodistas progresistas cantando una loa al 2016. De un susto así uno no se repone con facilidad y menos de ver que un avión pasa de su dorado retiro en el aeropuerto internacional de Las Pijotas a todo el medio de un césped. Me lo expliquen.
Ahora le ha tocado el turno a una ballena de granito que sirve de banco para sentarse y es una obra de arte por encargo que pagamos todos nosotros antes de los recortes que atentan contra el mundo de la Cultura y el Progreso. La cosa estaba en el patio de Orive y se podía ver cuando llevabas a los niños a los columpios del parque de atrás y mirabas a tus hijos y pensabas «Vais a crecer en una ciudad donde se atan las ballenas con longanizas». ¿Dónde está la bolita? Ahora ha llegado una grúa y la ha troceado y la han colocado junto a la Calahorra, zona inundable, que es donde obviamente debe estar una ballena y donde hasta hace muy poco han colocado conciertos con músicos, a ver si llegaba una riada y un gasto menos. 15.000 kilos de ballena nómada por el Patrimonio de la Humanidad dando paseos. La grúa debía ser de la misma envergadura que la que se utilizaría para mover a Carreto de la CECO a la Meca, por ejemplo. Bueno, eso es un suponer, porque también hay cosas inamovibles en Córdoba, salvo las ballenas y los aviones varados. ¿Dónde está la bolita?
La mano invisible que mueve los mercados en el capitalismo es la mano que nos mueve los palacios de congresos de sitio, la chatarra de lugar, el arte subvencionado de escenario. No es esta una tierra estática aunque pueda parecer lo contrario, de hecho, la ballena está al revés y ahora hay que colocarla mirando para el Ferrol, salvo que el Distrito Sur decida cual debe ser su ubicación adecuada, que para eso saber tela de arte, de participación y de todo en general. ¿Dónde está la bolita? Vivíamos tranquilos y ha llegado una ballena y nos ha pisado el callo zen de nuestros peroles. Córdoba es una ciudad dinámica, del siglo XXI. Si por casualidad el aburrimiento asoma por la cabeza pensante de una fuerza viva, se coge una grúa, se desmonta un consistorio y se lleva al estadio, que es lo más normal en una ciudad moderna de la Champions League. ¿Dónde está la bolita? Si yo fuera el Gran capitán y estuviera en la Tendillas, pondría mis barbas a remojar. De momento, cuando leo un programa electoral, me fijo mucho en la letra pequeña y en el apartado de transportes y mudanzas, que acaba distrayendo al personal. Por cierto: ¿dónde está la bolita?