El «depredador» de niños cazado

El «depredador» de niños cazado EFE

DAVINIA DELGADO

ABC rastrea en el perfil y los detalles del caso del joven cordobés apresado por la Policía y enviado a prisión por coaccionar a más de 10.000 víctimas y recopilar medio millón de archivos pedófilos

La imagen usurpada de una bella y descarada quinceañera sirvió al que ya es considerado como el «cazador» de prepúberes de la red más prolífico detenido en Córdoba, para captar y subyugar a menores de todo el mundo (sobre todo, nacionales y de países de América del Sur), bajo coacciones y amenazas, con el único objetivo de obtener imágenes pornográficas de los incautos imberbes. Este método le reportó una ingente cantidad de fotografías y vídeos: la Policía ha contabilizado hasta el momento más de medio millón de unas 10.000 víctimas —2.000 en España—, pero la cifra «va a ser mucho mayor», indicaron a ABC fuentes de la investigación, que sigue abierta. Este pedófilo, que espera el día de su juicio tras los barrotes del centro penitenciario de Alcolea, era un «lobo solitario». De carácter «reservado», vivía con sus padres en un piso de la zona de El Cairo. Pese a contar con la titulación de técnico superior en sistemas de telecomunicaciones e informáticos, así como otras en redes de internet, no trabajaba. Todo su tiempo lo dedicaba a su única obsesión: engañar a más y más chicos, porque siempre eran varones que no llegaban a los 16 años. Invertía una media de unas doce horas diarias a su ilícito afán. Los agentes han constatado conexiones desde las 11.00 hasta las 4.00 horas. Este depredador sexual «cumple» con los rasgos propios de los «agresores paidofílicos». Así lo pone de manifiesto la psicóloga jurídica y sanitaria Estefanía López. «Presentan intensas necesidades recurrentes y fantasías excitantes que implican actividad sexual con un niño (generalmente de trece años o menos)».Además, como el arrestado, son personas que «tienden a la introversión, retraídas y con dificultad para establecer vínculos con otros adultos».

La forma de ganarse a los menores era siempre la misma, mediante técnicas de groming. Las potenciales víctimas aceptaban la petición de amistad de una presunta chica para contactar con ellos por el chat privado de Facebook. La conversación que iniciaban derivaba siempre en la petición a los chicos de fotografías y vídeos de alto contenido sexual.

Cuando el pedófilo tenía esos archivos los utilizaba para chantajear y amenazar a los jóvenes con divulgarlos si no le enviaban nuevo material. Incluso llegaba a decirles que haría daño a sus familias si no accedían a cumplir sus exigencias, que pasaban por pedirles, incluso, imágenes de sus hermanos más pequeños o que grabaran a otros niños en los vestuarios de piscinas o recintos deportivos.

De este modo, y como suelen hacer este tipo de acosadores, mantenía «una relación de conquista permanente hacia los niños», señala López, que asegura que «los paidofílicos se muestran seductores en su relación con los pequeños y tratan en todo momento de actuar como ellos, utilizando sus juegos para integrarse sin levantar su desconfianza».

Cada vez que un menor aceptaba al ahora detenido en la citada red social, el agresor remitía de forma masiva, peticiones de amistad a los contactos de su «nuevo» captado. De hecho, cuando los agentes especializados en la investigación de delitos telemáticos comenzaron a seguirle la pista, comprobaron que tenía agregados a unos 80 contactos, todos ellos varones que no superaban los 14 años. Y eso sólo en uno de sus perfiles falsos. Contaba con varios a los que, diariamente, agregaba chicos a los que coaccionar. Solo en uno de ellos qude había estado usando durante mes y medio aproximadamente, había logrado agregar a 383 jóvenes.

La gran cantidad de víctimas y las potenciales por descubrir ha abrumado a los efectivos encargados del caso. «Tuvimos que interrumpir la localización de afectados porque se hacía imperiosa la necesidad de dar cuanto antes con este depredador y evitar que siguiera con su ilícito cometido», apuntan los investigadores. El arranque de las pesquisas fue la denuncia interpuesta en mayo por la madre de una de las víctimas que, de manera casual, descubrió que su hijo, de unos 13 años, mantenía una conversación en un chat privado de la red social Facebook con una joven. Había enviado a la chica, que, al parecer tenía su misma edad, fotos y vídeos de índole explícitamente sexual, tanto suyos como de su hermano menor. Los primeros pasos permitieron descubrir que otros 40 niños más (solo en Córdoba) habían hecho lo mismo.

Pero dar con este pedófilo no ha resultado nada fácil. Sus conocimientos informáticos le permitieron esquivar a los agentes que le seguían los talones durante más de cuatro meses. ¿Por qué? Por el cuidadoso método que seguía a la hora de establecer las conexiones y de ocultar su identidad. Había hackeado las redes wifi de sus vecinos por lo que, pese a contar con una línea ADSL, jamás la utilizó para su cometido. Eso obligó a los policías a investigar a más de un centenar de residentes.

Fue a mediados de septiembre, sobre las 18.00 horas, cuando los investigadores entraron en el domicilio de los padres del procesado. Accedieron a la vivienda, en la que se encontraba el presunto delincuente en ese momento, y dedicaron más de seis horas a registrar las distintas estancias.

Amenazó con suicidarse

Los agentes inspeccionaron tres ordenadores en los que encontraron abundante material pornográfico de carácter pedófilo. Su mayor obsesión era conocer cómo habían dado con él, algo propio de este tipo de agresores, que suelen sentirse superiores al resto. Según ha podido saber este periódico, conocer las técnicas utilizadas por la unidad de Delitos Informáticos era lo único que preguntaba. Tras ponerle las esposas, su discurso cambió y amenazó con suicidarse.

La Policía los considera presunto autor de delitos de corrupción de menores, posesión y distribución de pornografía infantil, amenazas y defraudación de telecomunicaciones.

No ha trascendido cómo ni cuándo comenzó el detenido a captar a menores. Los archivos intervenidos los recopiló en un periodo de dos años, pero ¿y antes? Según López, es habitual encontrar un patrón de aprendizaje característico en personas con esta desviación. «El proceso se inicia durante su infancia o adolescencia en la que mantienen juegos sexuales con compañeros de su misma edad; estas escenas las recuerdan a lo largo de su vida asociadas a fuertes estimulos: excitación sexual, miedo al descubrimiento y el castigo de los adultos». Posteriormente, continua la psicóloga, «sus primeras experiencias heterosexuales son insatisfactorias, acudiendo de forma reiterada a estas escenas, siendo reforzada por masturbaciones.Posteriormente no desarrollan relaciones adultas y cuando lo hacen estas carecen de intimidad por lo que vuelven a elegir a niños para sus relaciones sexuales».

El trabajo de los investigadores no ha concluido. Ahora resta determinar cuál era el destino de esos archivos, si el arrestado los tenía para consumo propio o, como sospechan los encargados del asunto, se dedicaba a compartirlo en el ciberespacio. De ser así, el material y número de inculpados puede aumentar. Las pesquisas dirán.

El «depredador» de niños cazado

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación