«No creo que los jugadores no hayan dado el cien por cien»
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«No es un momento fácil». Así definió ayer Albert Ferrer su estado de ánimo cuando iniciaba la rueda de prensa de despedida como entrenador del Córdoba. Porque confesó sentirse en la «obligación» de hacerlo «más allá» de dos tuits.
A la espera de resolver el formato de su rescisión de contrato, Ferrer reconoció que «hemos disfrutado muchísimo». Y es que en la sala estuvo acompañado por Javier Sánchez Jara, Marc Huguet, Luis Miguel Carrión y Jorge Romero, sus más cercanos colaboradores. Además, presumió de haber conseguido «un objetivo que no era fácil, pero que nos lo llevamos en la maleta». Aun así, lamentó que «el único pero a esta aventura ha sido no disfrutar un poco más de este ascenso».
En su cupo de agradecimientos, Ferrer pidió a la afición que «nunca decaiga» y más al augurarle que «los buenos momentos llegarán». Por eso, instó a «ayudar sean quienes sean entrenador o jugadores, pero unidad debe de haber». Además, no dudó en confesar que «me llevaré esta ciudad y al cordobesismo en el corazón».
Por eso, deseó «suerte a los que se quedan para que consigan el objetivo, del que estoy seguro», al tiempo de que solicitó que en un futuro «la vida me dé una segunda oportunidad en Primera y todo un año». Porque «ésa es la espina con la que me voy». Incluso, sentenció que «tendré una oportunidad y la aprovecharé».
Tras su discurso, Ferrer respondió a preguntas. Entre ellas, si comprendía su despido. En ese sentido, argumentó que «no tengo por qué entender nada. El club ha tomado la decisión que ha estimado oportuna después de ser muy meditada». Aun así, argumentó que «en el fútbol hay muchos giros y el calendario era complicado al principio», por lo que «pienso que le podíamos dar la vuelta a la situación». Incluso, reconoció que «han fallado muchas cosas», si bien «siempre lo he hecho pensando que era lo mejor para el club». Aunque se planteó que es mejor «pensar en adelante».
Ferrer también fue cuestionado por su relación con la plantilla, algo que argumentó diciendo que «nunca me han demostrado que haya sido mala». Aunque sí reconoció que no se ha despedido de ella atendiendo a que «no era momento».
Por lo tanto, Ferrer prefirió no incurrir en polémicas sobre si su marcha está vinculada a una mala relación con la plantilla, tal y como se ha venido diciendo en las últimas semanas. «Si algún jugador no hubiera dado el 100 por 100 sería un mal profesional y no creo que éstos lo sean».
También apuntó que «todos los fichajes se hicieron de manera consensuada», por lo que estaba «satisfecho» con la plantilla.
Cuestionado por su sucesor, Ferrer argumentó que «el éxito de Djukic sería el éxito de todos», por lo que reiteró que «tenga toda la suerte».