Antonio Garamendi disputará a Rosell la presidencia de CEOE
Vicepresidente de Cepyme, representa a los críticos con el actual presidente
Las aguas están revueltas en la CEOE. Tras varios intentos frustrados de encontrar un candidato para disputar la presidencia de la patronal a Juan Rosell, la media docena de patronales descontentas con la gestión del presidente han encontrado un candidato de consenso, Antonio Garamendi, presidente de la comisión de Energía de CEOE y vicepresidente de Cepyme. Un sí que llega después de que otros rechazaran la oferta. Entre ellos Manuel Pizarro, miembro del consejo ejecutivo de El Corte Inglés y expresidente de Endesa, que ya en 2010 fue sondeado sin éxito, y Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa, vicepresidenta de la CEOE y responsable fiscal.
Garamendi es un hombre de la casa, que ya intentó disputar la presidencia de Cepyme a Jesús Terciado, y que ahora tendrá el respaldo de algunas organizaciones sectoriales y territoriales como metal, construcción, País Vasco o parte de Galicia y Andalucía. Nacido en 1958, es licenciado en Derecho, empresario y exconsejero de REE. También ha sido consejero delegado de Bankoa, presidente del Grupo Negocios y consejero de Babcock & Wilcox y de Tubos Reunidos.
Como ya informó ABC, desde hace meses los críticos con Rosell mueven ficha para disputar la dirección de la CEOE al presidente por no estar en sintonía con la política reformista que ha seguido en los últimos cuatro años y por entender que bajo su mandato la organización ha perdido peso. Algo que cuestionan fuentes cercanas a la dirección. Destacan que estas organizaciones críticas con la gestión actual son reacias al cambio y siguen ancladas en el pasado, con el que tuvo que acabar Rosell cuando llegó a la presidencia en 2010. A Rosell le tocó reconstruir la imagen tocada por el escándalo de Díaz Ferrán y «limpiar» parte de la estructura heredada de la etapa José María Cuevas a golpe de talonario.
El nuevo plan de formación, con el que el Gobierno quiere frenar el rosario de escándalos, la ley de mutuas, una norma para controlar a estas entidades privadas que gestionan 10.000 millones de dinero público, o la supuesta «tibieza» con la que Rosell ha tocado el caso catalán, no convencen a este grupo de patronales, en algún caso divididas. Creen que Rosell se ha plegado ante el Gobierno y que esas dos normas, junto a la polémica ley de Cámaras, va contra sus intereses.
Rosell, apoyo mayoritario
Cuando a Rosell se le pregunta por el movimiento crítico dice que entra dentro del juego democrático. Ha defendido el pacto de formación «porque acabará con las corruptelas» y es partidario de poner coto a los sueldos de los gestores de las mutuas, que han llegado a cobrar hasta 250.000 euros anuales. No ha anunciado si se presentará a la reelección, pero su candidatura es casi segura, tras constatar los apoyos con los que cuenta dentro y fuera de la organización, entre ellos las grandes empresas. Pero aún hay tiempo, las elecciones son el 17 de diciembre y las candidaturas pueden presentarse hasta siete días antes.