Turquía, por la paz y la estabilidad
Desde el inicio de la crisis en Siria, Turquía ha movilizado sus medios para poder aliviar el dolor causado por la tragedia humana que se está viviendo, y mientras abría sus puertas a los sirios no ha tenido en cuenta las diferencias étnicas, religiosas o sectarias, ni ha incurrido en ningún tipo de discriminación. La única agenda de Turquía es que se garantice la paz y la estabilidad en la región, principalmente en Siria, que se ponga fin al drama humano que se está viviendo, y que se derrote al terrorismo. Asimismo, Turquía ha declarado al EI como organización terrorista que supone una amenaza tanto para su propia seguridad nacional, como para la paz regional e internacional. Turquía actúa junto con la comunidad internacional en contra de los elementos que tienen como objetivo poner fin a la paz regional, y presta su apoyo a todos los esfuerzos dirigidos a eliminarlos.
De acuerdo con lo expuesto en la declaración oficial realizada ayer 20 de octubre por el Ministerio de Asuntos Exteriores de la República de Turquía, se ha facilitado toda la ayuda humanitaria posible, se han aplicado las normas de compromiso con precisión y se ha actuado en total colaboración con la Coalición para Kobani. También se ayudará a posibilitar el paso de las fuerzas que dependen de la Administración Regional Kurda, los peshmergas, hacia Kobani.
Por otro lado, da pie a confusión el hecho de reducir esta cuestión a Kobani y los kurdos. Turquía no pide soluciones sólo para una región y un grupo étnico concreto, sino que pide soluciones para toda la región y para todos los que están en el punto de mira del régimen de Siria y del terrorismo del EI, independientemente del grupo étnico al que pertenezcan. El problema tendría más posibilidades de solucionarse si la comunidad internacional también actuara en esta dirección.