Tablas en Lucena
El Palo indulta al conjunto celeste que no acaba de recuperar buenas sensaciones
El Palo le concedió al Lucena un indulto sin tan siquiera haberlo solicitado. El conjunto de Rafael Muñoz, sin Antonio Moreno, su máximo goleador, en el terreno de juego, se confundió en su recelo y liberó a su oponente de un castigo verosímil. A excepción de un pundonor intermitente representado en Sarmiento y Pepe Díaz, los locales exhibieron una distensión alarmante y únicamente mantuvo la compostura por la intercesión de sus adversarios.
Desde el principio, El Palo atosigó a un Lucena que asumió degradarse y limitarse a rechazar los balones que impelían los visitantes. Un saque de esquina que lanzó Durán cuando todavía se contaban los segundos desnudó las lagunas de Javi López y su retaguardia.
Rafita, como pivote defensivo, y los volantes Quique de la Mota y Amaya superaron al centro del campo celeste. Hasta la media hora del primer acto, El Palo dominaba la trama y los hombres de Juan Arsenal vagaban desorientados por la cancha.
Un tiro desde más allá de la frontal del área de Sergio Torres significó la primera pronunciación del Lucena. Dos acciones a pelota parada dirigidas respectivamente por el medio cordobés y por Poley intimidaron a los paleños. Antes del descanso, el central Domingo remató la segunda de ellas a bocajarro y el cancerbero Pol reptó por la hierba y repelió el cuero.
En la segunda parte, el duelo se compensó y el Lucena se manifestó más frecuentemente. Pese a ello, el balompié de la escuadra de Muñoz era más diáfano y sus pupilos se recreaban en agradables asociaciones interiores. Los celestes, obcecados en las transiciones directas, se estrellaron siempre contra las elevadas cabezas de los esbeltos zagueros Jesule e Iván Sánchez.
Una volea de Durán, que atrapó Javi López, y un chut a larguero de Amaya, tras un cambio de orientación de Marín y una asistencia de Juanillo, acercaron a la victoria a El Palo. El Lucena, más por casta que por perfección, olió el triunfo en un cabezazo de José Manuel que cortó en la línea de gol Jesule. El ambiente, desapacible de inicio a fin por los últimos acontecimientos —el desastre en Almería y la llegada de Rafael Carrillo «Falete» al filial—, contaminó a un equipo cuestionado desde una grada que, partido a partido, se aleja de su escudo.