El Rey: «El Diccionario ha sido depositario dela voz de la gente»
Don Felipe y Doña Letizia acudieron, por primera vez como Reyes, a la Real Academia Española, que conmemora el III centenario de su fundación
Al día siguiente de pedir «un aire renovador» a las Reales Academias, el Rey volvió a visitar ayer a los académicos para compartir con ellos dos celebraciones que aúnan tradición y vanguardia, términos que Don Felipe se ha empeñado en conciliar desde que empezó su reinado. Por un lado, se celebraba el III centenario de la Real Academia Española; y por otro, se presentaba la última edición del Diccionario, la número 23, que ha incorporado desde 2001 unas cinco mil palabras nuevas. El Diccionario, dijo el Rey, «ha sido depositario de la voz de la gente». Por lo tanto, está amparado en «el acuerdo entre sus hablantes». «Ha estado siempre al servicio del pueblo», añadió.
Era la primera vez que Don Felipe y Doña Letizia acudían como Reyes a la Real Academia Española, y su salón se quedó claramente pequeño para acoger a los 900 invitados que asistieron al acto, por lo que hubo que habilitar otras tres salas. Entre los asistentes, miembros de las ocho Reales Academias y de las 21 «Academias hermanas» de América y Filipinas, porque todas ellas han colaborado en la elaboración del nuevo Diccionario. Como dijo el Rey, lo que garantiza el mantenimiento de la unidad de la lengua española es esa «acción común» sobre la «base del consenso y del respeto a la diversidad».
Pero a la presentación de la obra de mayor repercusión de cuantas publica la Real Academia Española también acudieron los embajadores de los países iberoamericanos, empresas patrocinadoras, profesionales del mundo de la cultura y de la red, autoridades y políticos, como el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero; el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial Carlos Lesmes; el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y la alcaldesa de la capital, Ana Botella.
Siete discursos
El formato del acto en sí no debió de diferir mucho de los que celebraba esta misma Academia hace tres siglos, ya que consistió en la lectura de siete discursos, intercalados con dos intervenciones musicales a cargo del coro de RTVE. En la primera se interpretó el «Soneto de la noche» de Pablo Neruda, con música de Morten Lauridsen, y en la segunda, los tres epitafios de Cervantes a Don Quijote, Dulcinea y Sancho Panza, con música de Rodolfo Halffter. A los intervinientes se les pidió que no superaran los cinco minutos, pero no todos lo consiguieron.
Además de Don Felipe, que cerró el acto, intervinieron José Manuel Blecua, director de la Real Academia Española; Pedro Álvarez de Miranda, director del nuevo Diccionario; Darío Villanueva, secretario de la Real