El cine de los Dardenne inaugura hoy la Seminci
«El arca de Noé» compite por la Espiga de Oro contra filmes de Liv Ullman, Schlöndorff o Zhang Yimou
Los hermanos Dardenne, esos cineastas belgas con plaza vitalicia en el Palmarés del Festival de Cannes, hicieron esta película, «Dos días, una noche», con la idea de inaugurar hoy la 59 edición de la Seminci..., y si no fuera verdad, estaría bien traído, pues no es fácil conseguir que un tipo de cine y un tipo de festival se peguen tanto. Es la sencilla y directa historia de una mujer a la que echan de su trabajo y dispone de ese tiempo que marca el título para convencer a sus compañeros en la fábrica de que han de preferirla a ella y despreciar el sobresueldo de mil euros que les ofrecen a cambio de echarla. Los Dardenne y su gran protagonista, una Marion Cotillard despojada de glamour, convierten este drama laboral en tiempos de crisis en algo de mucho más alcance, en un recorrido por la angustia y la dignidad, por los caminos, los atajos y andurriales de la ética y todo ello mediante un lenguaje sin platillos ni timbales, solo precisión, sobriedad, concisión... Hay algo en el cine de los Dardenne y en el tacto y aroma de esta película que están en el ADN de la Semana Internacional de Cine de Valladolid. O sea, que es una gran inauguración y también una gran coincidencia.
La Sección Oficial ofrece este año una veintena de títulos, y de ellos solo dos españoles, «El arca de Noé», de Adán Aliaga y David Valero, el único que compite por la Espiga de Oro, y «Rastros de sándalo», de María Ripoll, que se proyecta fuera de concurso. A por la Espiga parece que vienen con mucha fuerza Liv Ulmann, que ha dirigido su versión de «La señorita Julia», con Jessica Chastain y Colin Farrell como protagonistas de esa lucha de clases y de sexo de la obra de Strindberg; Volker Schlöndorff, con «Diplomacia»; Zhang Yimou, con «Coming home», una sentimental y política historia protagonizada por Gong Li; Alexander Rockwell, el eterno niño prodigio del «indi» americano, que trae una curiosísima miniatura titulada «Pies pequeños»; Jean Pierre Améris, con «La historia de Marie Heurtin», o la danesa Pernille Fischer Christensen, con «Alguien a quien amar». Hay otros muchos títulos, entre los que destacaremos el mexicano «La tirisia», el húngaro «Car Park» o el belga «Lucifer». Aunque uno de los acontecimientos de esta sección oficial, y que no participa en el engorro competitivo, es «El hombre más enfadado de Brooklin», de Phil Alden Robinson, que tiene como protagonista al último Robin Williams y en el papel agrio y colérico de alguien que va a morir de inmediato.
Bong Joon Ho
Es curioso que un festival tan «tranquilo» como el de Valladolid le dedique una ojeada a un director que no lo es en absoluto, el coreano Bong Joon Ho, que hace un cine de estallido, punzante, que cristaliza sus emociones en los ojos del espectador, y del que se ofrecerán títulos como «Crónica de un asesino en serie», «The Host», «Madre» o «Rompenieves», además de algunos otros que, no siendo suyos, le han ejercido una notable influencia, como «El salario del miedo», de Clouzot, o «Profundo carmesí», de Arturo Ripstein.
Y, en fin, habrá mucho más cine en secciones como Punto de Encuentro o Tiempo de Historia, un homenaje al cine de Ermanno Olmi, proyecciones especiales y un ciclo dedicado a la Primera Guerra Mundial y el cine. Y las Espigas de Oro de honor para Imanol Arias y Verónica Forqué.