PUNTO DE MIRA
ACUERDO EN EL SEGUNDO TROPIEZO
El sector de la rehala aplaude ahora la medida del Ministerio de Empleo que rechazó en primavera
CUANDO la semana pasada, los representantes del colectivo de la rehala —la Mesa en Defensa de la Rehala y la Montería Española— anunciaron que el Ministerio de Empleo «había aceptado sus reivindicaciones», un clamor de entusiamo recorrió el sector, necesitado de una buena noticia después de tanta incertidumbre. Cuando, después de una lectura pausada de ese documento, y más aún, cuando el propio Ministerio fue el que publicó su propia nota informativa el viernes pasado, ese clamor de alegría se fue progresivamente desinflando.
¿Por qué esta decepción? Muy sencillo. Lo que la Mesa de la Rehala no aceptó en primavera, la exención del pago en autónomos para las rehalas que facturasen por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en cómputo bruto anual, se convierte ahora en la solución.
Por contra, ahora se tendrá en cuenta el cómputo mensual neto de dicho SMI. En ambos casos, antes y ahora, el titular deberá cursar su alta ante la Agencia Tributaria, facturar por sus servicios y llevar sus libros de ingresos y gastos. Además, en la nueva propuesta, se reconoce la posibilidad de que jubilados y parados compatibilicen sus prestaciones con el ejercicio de podenquero.
¿Qué ha cambiado para que los representantes de la rehala cambien de opinión y acepten casi sin cambios lo que negaban hace tan sólo unos meses...? Tendrán que explicarlo.
Mientras tanto, algunos representantes de esa Mesa, además de algunas federaciones autonómicas, hacen una lectura muy parcial de la contestación del Ministerio, causando todavía más estupor y desinformación en el colectivo.
¿Solución? Depende de las propias rehalas, que están prescindiendo de la información generada por sus representantes para proceder, en nuestra provincia, al alta masiva bajo diversas formas jurídicas.
¿No hubiera sido más fácil para todos desde un principio sentarse a negociar con el Ministerio, aportando una propuesta coherente, en vez de optar por la descabellada idea de proponer que «todas las rehalas eran de deportistas»?
Sin duda; pero ese será tema para otro día.